Israel, objeto de una crítica generalizada tras el sangriento asalto de sus comandos a una flotilla humanitaria para Gaza, lanzó un contraataque con la difusión de varios videos en internet en los que trata de demostrar que son los militantes los que desencadenaron la violencia.
La batalla en torno a los eventos del 31 de mayo está al rojo vivo en la web de YouTube, donde los protagonistas cuelgan sus videos para defender su versión del asalto, donde perdieron la vida nueve militantes.
El Estado hebreo afirma que sus tropas fueron atacadas al abordar el barco turco «Mavi Marmara» y dispararon en defensa propia.
Los militantes acusan al ejército de haber comenzado a disparar en cuanto que abordaron, por lo que los pasajeros se defendieron como pudieron.
Al principio, unas imágenes caóticas de un abordaje de soldados circularon por todo el mundo. Un video de pasajeros ensangrentados y de periodistas pidiendo auxilio fue emitido en tiempo real desde la cubierta del barco, provocando la indignación internacional.
Frente a las críticas, Israel ha puesto en marcha la máquina de propaganda y empezado a emitir en YouTube una serie de vídeos para apoyar su versión de los hechos.
En uno de ellos, convertido en uno de los principales argumentos de esta campaña, se puede ver a unos militantes pegando a unos comandos de élites.
«Más de 1,6 millones de personas han visto estas imágenes. También han sido utilizadas en blogs y foros», afirma el teniente Aliza Landes, jefe del departamento de medios de comunicación del ejército.
Otras imágenes tomadas por las cámaras de vigilancia en el barco muestran a unos militantes preparándose para el enfrentamiento.
«Podemos verles distribuir barras de metal y ponerse máscaras. Se puede ver las luces del barco (israelí) que se acerca cuando está claro que se están preparando para la batalla», dice Landes. «Youtube es la mejor herramienta que tenemos, y los vídeos muestran imágenes fuertes».
Las críticas contra Israel también han sido por utilizar en esta campaña imágenes confiscadas a periodistas que se encontraban a bordo de la flotilla, como la entrevista de un activista antes del ataque que declaraba su voluntad de convertirse en mártir.
La web de microblogs Twitter también ha sido ampliamente utilizada por ambas partes en el momento del asalto, aunque la mayoría de los mensajes venían de los organizadores de la flotilla que comentaban las imágenes emitidas en directo en internet.
Chaim Shacham, director de la información en el departamento de Relaciones Exteriores, afirma que Israel es consciente de la importancia de esta batalla mediática.
«Estaba muy claro para nosotros que habría una carrera por las imágenes», dijo a la AFP, a la vez que precisó que la Marina tenía cámaras a bordo de los helicópteros y de los barcos de patrulla. Filmar formaba parte del plan.
Todos los vídeos colgados en internet por Israel han sido editados, no llevan ninguna fecha y muestran escenas que coinciden con la versión israelí. Pero no explican lo ocurrido antes o después.
No obstante, para Yariv Ben Eliezer, experto en propaganda, los esfuerzos israelíes en internet fueron mínimos y muy tardíos.
«Perdimos la guerra de la propaganda (…) somos considerados por el mundo como Goliath y los militantes humanitarios como David, hagamos lo que sea salimos perdiendo».