Israel convocó hoy al embajador argentino en protesta por un acuerdo entre Irán y Argentina para investigar conjuntamente el atentado terrorista con explosivos cometido hace 19 años contra un centro judío en Buenos Aires y que mató a 85 personas y del que se ha señalado a Teherán como responsable.
El viceministro de Relaciones Exteriores de Israel, Danny Ayalon, dijo que el acuerdo anunciado esta semana, equivale a «invitar a un asesino para que investigue los asesinatos que cometió».
La justicia del país sudamericano reclama la detención de seis iraníes, acusados formalmente de coordinar —bajo las órdenes de su gobierno— el atentado que demolió el edificio de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) el 18 de julio de 1994.
El centro, un símbolo de la comunidad judía argentina, quedó destruido. Un total de 85 personas murieron y cientos más resultaron heridos. El ataque ocurrió dos años después de que una bomba destruyó la embajada de Israel en Buenos Aires, matando a 29 personas.
Varios funcionarios argentinos han afirmado que Irán planeó el ataque y que agentes del grupo extremista libanés Jezbolá lo llevaron a cabo.
El actual ministro de Defensa de Irán, Ahmad Vahidi, está acusado de ser uno de los autores intelectuales del atentado, así como el ex presidente Alí Rafsanjani, el ex consejero de cultura en la embajada de Irán en Buenos Aires Moshen Rabbani y otros cuatro ciudadanos de ese país.
La justicia argentina también pidió la detención de quien fue jefe de seguridad exterior del grupo terrorista islámico Jezbolá en 1994, el libanés Imad Fayez Moughnieh.
La justicia argentina ha intentado durante años interrogar a los seis acusados con ayuda de la Interpol, pero el gobierno iraní se ha negado a ello hasta ahora.
Argentina e Irán dijeron que la «comisión de la verdad» será independiente y estará integrada por cinco juristas internacionales. Cada país elegirá a dos miembros respectivamente, que no serán de nacionalidad argentina ni iraní. Ambos países deberán designar además, de forma consensuada, a un jurista de elevada reputación moral y prestigio legal para encabezar la comisión encargada de examinar el peor ataque terrorista en la historia del país.
El acuerdo fue alcanzado el 27 de enero en Etiopía por los cancilleres de Argentina e Irán, Héctor Timerman y Alí Akbar Salehi, respectivamente, quienes mantenían conversaciones desde hace meses sobre este asunto.
El domingo, la presidenta Cristina Fernández elogió el acuerdo a través de Twitter, diciendo que «se garantiza el derecho de debido proceso legal al conformarse comisión de verdad de cinco juristas internacionales de reconocido prestigio».
En una serie de tuits, Fernández dijo que las pesquisas anteriores por parte de Argentina sólo derivaron en «fracasos y escándalos» y el juicio que tuvo lugar «terminó siendo una farsa» después de que el antiguo juez de la causa terminó siendo procesado y «ex funcionarios argentinos de alto rango acusados de encubrimiento y entorpecimiento a la justicia».
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel dijo el martes que está «profundamente decepcionado» y que convocó al embajador argentino para exigir una explicación sobre la investigación conjunta. Agregó que instruyó al embajador de Israel en Buenos Aires para que solicite una reunión con el ministro de Relaciones Exteriores argentino para pedirle aclaraciones.
«Aunque el ataque (al centro judío) se realizó en territorio argentino y estaba dirigido a ciudadanos argentinos, los resultados de la investigación subsiguiente por parte de las autoridades argentinas han planteado una semejanza clara con el atentado contra la embajada de Israel en Buenos Aires, que se produjo dos años antes «, dijo el ministerio en un comunicado.
«La relación comprobada entre los dos ataques nos otorga el derecho natural de seguir las investigaciones y esperamos que los autores y sus patrocinadores sean llevados ante la justicia, sobre todo en momentos en que se sufre una plaga de terroristas iraníes en todo el mundo», dijo.
Israel e Irán son enemigos acérrimos y las tensiones son altas en torno al programa nuclear de Teherán.
Israel considera que si Irán logra desarrollar armas nucleares será una amenaza a su existencia. Israel ha citado la negación iraní del Holocausto, sus llamados a la destrucción de Israel, su desarrollo de misiles capaces de atacar al Estado judío y su apoyo a grupos violentos de milicianos en Medio Oriente. Teherán dice que su programa nuclear es pacífico, pero Israel y varios países occidentales lo dudan.