Planificadores israelíes dieron ayer la aprobación final para 558 apartamentos en los asentamientos judíos en Jerusalén oriental, un territorio anexado durante la guerra que los palestinos reclaman como capital, dijeron las autoridades.
Funcionarios palestinos dijeron que la decisión socava las frágiles negociaciones con Israel mediadas por Estados Unidos, sobre la creación de un Estado palestino al lado de Israel.
También ayer, la principal negociadora de paz de Israel reprendió a sus colegas en el gabinete que han criticado el secretario de Estado norteamericano John Kerry por su labor de mediación, en una señal de crecientes divisiones en la coalición de centroderecha que gobierna el estado judío.
La municipalidad de Jerusalén informó que su comité de planificación aprobó permisos de construcción en los barrios de Har Homa, Neve Yaakov y Pisgat Zeev, construidos sobre tierras que Israel capturó en la guerra de 1967 y posteriormente anexó. La mayor parte de la comunidad internacional considera ilegales esos asentamientos.
Brachie Sprung, portavoz municipal, dijo que los proyectos de construcción recibieron la aprobación inicial hace unos años, y que nuevas construcciones en las zonas árabes de Jerusalén también fueron aprobadas el miércoles.
El jefe negociador palestino Saeb Erekat expresó que Israel está socavando los esfuerzos de Kerry. «La comunidad internacional debe hacer responsable a Israel por esta política», dijo.
Lior Amihai, del grupo de vigilancia de asentamientos israelíes Paz Ahora, dijo que los nuevos permisos son «vergonzosos» en un momento en que las negociaciones se encuentran en una fase delicada.
El portavoz del gobierno israelí, Mark Reguev, no hizo declaraciones de inmediato.
Más de 550 mil colonos israelíes viven en Cisjordania y Jerusalén oriental. Los palestinos quieren establecer un Estado en esos territorios, así como la Franja de Gaza, todos capturados por Israel en 1967.
Tzipi Livni, la principal negociadora israelí, agregó a Radio Israel ayer que algunos miembros de la coalición de gobierno se oponen a cualquier tipo de acuerdo de paz y que los ataques verbales recientes contra Kerry por parte de radicales son «escandalosos».
«Los ministros y otros hablan de una manera que me molesta como israelí», afirmó Livni. «Hay personas que no quieren alcanzar un acuerdo. No les importa lo que Kerry presentará».
La coalición israelí está divida respecto a las conversaciones de paz, con Livni y otros que empujan por un acuerdo mientras que los ministros de línea dura se oponen a cualquier acuerdo basado en los puntos que Kerry ha anticipado.