Israel: 60 años después


Un judí­o reza en el Muro de los Lamentos en la parte vieja de la ciudad de Jerusalén. Hace 60 años el Estado de Israel fue creado en medio de la conflictividad que, hoy dí­a, aún no se resuelve.

En 60 años de existencia Israel logró imponerse en la comunidad de naciones pero este Estado de fronteras aún inciertas sigue en conflicto con sus vecinos sin que parezca avistarse un acuerdo de paz.


La ocupación de los territorios palestinos en 1967, según responsables israelí­es, socava la sociedad israelí­ y sigue constituyendo potencialmente una amenaza de guerra en la región.

Una situación, además de siete guerras, que no impidió al Estado hebreo asentar su economí­a, transformarse en una potencia tecnológica, dotarse de un ejército poderoso y de infrastructuras de desarrollo en un territorio sin recursos naturales.

Una apuesta que nadie daba por ganada el 14 de mayo de 1948, el dí­a de su independencia.

Tras el genocidio nazi, Israel se constituyó en un territorio a cargo del Reino Unido, que lo gobernaba por mandato de la ONU. De inmediato, se enfrentó a su primera guerra con las naciones árabes.

Con ello se inició otra tragedia: la partida forzosa de unos 700 mil palestinos hacia los campos que siguen existiendo en el Lí­bano, en Jordania y en la franja de Gaza.

«Este paí­s logró enfrentar una suceción de desafí­os únicos», se entusiasma el politólogo Eytan Gilboa, de la universidad Bar Ilan de Tel Aviv.

«El fracaso de Israel, compartido con sus vecinos, fue de no lograr la paz, en todo caso no con todos los paí­ses de la región», agrega.

A pesar de haber firmado acuerdos de paz con Egipto (1978) y Jordania (1994), Israel mantiene su estado de beligerancia con los palestinos, Siria, el Lí­bano, y con el conjunto de los paí­ses de la región, especialmente Irán que amenaza con erradicarla.

La voluntad expresada en noviembre pasado en Annapolis (EEUU) por el presidente estadounidense George W. Bush de lograr un acuerdo entre Israel y los palestinos para el trazado de una frontera antes de fin de 2008, se asemeja cada vez más a una una ilusión.

Y los israelí­es, que oscilan entre escepticismo y pesimismo con respeto a todo lo que concierne el conflicto con los palestinos, ven pasar los meses sin creer demasiado en la posibilidad de un acuerdo.

«No tenemos por qué festejar (…) El porvenir de nuestro paí­s es nebuloso y nuestra situación no es más brillante que la de nuestros vecinos», refunfuñaba recientemente Shalom Kital, ex empresario de prensa.

A 60 años del nacimiento de su Estado, los israelí­es siguen teniendo un hondo sentimiento de inseguridad.

Un sondeo reciente publicado por el diario Haaretz reveló que 34% temen la nuclearización de Irán, 22% la crisis económica, 21% una guerra en la frontera con el Lí­bano y 14% le tienen medio a todo.

Tan sólo el 4% no teme a nada y otro 4% no sabe de qué deben tener miedo.

«Al replantear la amenaza sobre la existencia de Israel, Irán y la cuestión nuclear nos hizo retroceder potencialmente al perí­odo anterior a la guerra de los seis dí­as, en 1967, o la guerra del Kipur en 1973», explicó Efraim Kam, un especialista de los temas de defensa.

Entre los «problemas candentes» pendientes enumeró: la amenaza iraní­, la continuación de la ocupación y colonización de Cisjordania, la creciente demografí­a palestina, el aumento de poderí­o del movimiento islamista Hamas y los disparos de cohetes contra el sud de Israel.

Una lista que hace que Akiba Eldar, un especialista de la sociedad israelí­ comente: «Recibí­ en herencia de mis padres un estado milagroso. Dejo a mis hijos un punto de interrogación».

Las celebraciones del aniversario, a partir del 7 de mayo, contarán con desfiles aéreas, saltos en paracaí­das, espectáculos de luz y sonido, y visitas de personalidades como el presidente estadounidense George W. Bush o el padre de la perestroí¯ka en la ex Union soviética, Mijail Gorbachov, así­ como varios artistas internacionales.