Islamofobia, advertencia o prevención…


Eduardo_Villatoro

A raíz de mi artículo del jueves 20 acerca de las violentas agresiones de grupos musulmanes contra sedes diplomáticas norteamericanas, derivadas de la difusión de un vídeo filmado por un fanático exconvicto de California conteniendo insultos contra el profeta Mahoma, recibí más de una docena de correos de lectores de esta columna relativos al gobierno de Australia defendiendo su Constitución y refiriéndose a islamistas radicales.

Eduardo Villatoro


Coincidentemente el actual Ministro del Tesoro de esa nación recién calificó de maniáticos a los miembros del movimiento conservador Tea Party, de Estados Unidos, que apoya al candidato presidencial Mitt Romney, y lo he citado para contrastarlo con el resumen de declaraciones del ex Primer Ministro, John Howard, al tomar juramento de lealtad a ese país, a un grupo de inmigrantes musulmanes, y tras una acción terrorista en Bali:
 
“No estoy en contra de la inmigración; ni contra del que busca una mejor vida viniendo a Australia. Pero hay cosas que deben entender los que recientemente han llegado a nuestro país y, al parecer, algunos nacidos aquí”.
 
“Como australianos tenemos nuestra propia cultura, nuestra propia sociedad, nuestra propia lengua y propio modo de vivir. Esta cultura ha sido desarrollada durante siglos de luchas, juicios y victorias por millones de hombres y mujeres que han buscado la libertad. Hablamos principalmente el inglés. No el libanés, el árabe, el chino, el japonés, el ruso o cualquier otro idioma. Por lo tanto, si usted desea hacerse parte de nuestra sociedad, aprenda su idioma”.
 
“La mayor parte de los australianos creen en Dios. Esto no es cosa de algún cristiano (católico o protestante) derechista o fundamentalista. Es un hecho cierto, y es que hombres y mujeres erigieron esta nación sobre principios cristianos, y esto está claramente cimentado. Si Dios le ofende a alguien le sugiero que considere otra parte del mundo como su nueva casa, porque Dios es parte de nuestra cultura”.

“Aceptaremos sus creencias, y no le haremos preguntas (al respecto). Pero daremos por hecho que usted acepta las nuestras, y vive en paz y en armonía con nosotros. Si la cruz le ofende, o no le gusta, entonces usted debería considerar seriamente marcharse a otra parte del planeta. Somos felices con nuestra cultura y no tenemos ningún deseo de cambiarla, y realmente no nos preocupamos cómo hizo usted las cosas en su lugar de procedencia. Le cueste lo que le cueste, proteja su cultura, pero no fuerce a otros a hacerlo”.

“Este es nuestro país, nuestra tierra y nuestro modo de vivir, y le permitiremos la oportunidad de disfrutar de todo esto. Pero si usted no acepta nuestra bandera, nuestra promesa, nuestras creencias cristianas o nuestro modo de vivir, sinceramente le animo a hacer uso de otra gran libertad australiana: el derecho de marcharse”.

El ex Primer Ministro Howard subrayó que, según su Constitución, Australia es un estado secular y sus leyes son fruto del parlamento, advirtiéndoles a los musulmanes que optaron por la ciudadanía de esa nación “Si ustedes quieren un país con ley Sharia islámica o un Estado teocrático, entonces Australia no es para ustedes”.