¿Será la opción Baldizón?


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Lo más importante para saber qué piensa Juan y Marí­a Pueblo, es involucrarse con ellos, escuchar su razonamiento y, ¿por qué no decirlo?, sus temores.

Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es

 


Desde hace dos meses he estado a la expectativa de escuchar a diferentes personas de diversos estratos sociales, y he percibido de ellos temor por los  dos supuestos punteros; sí­, señores, terror, ya sea por supuestos negocios oscuros, por faltas a los valores tradicionales evidentes, por el pasado de los dos en los que se mencionan violaciones a los derechos humanos. Hasta hace menos de tres meses la población parecí­a en un callejón sin salida, en donde siempre escuché “hay que votar por el menos peor”; en esa época era ¿hacia dónde vamos? El tiempo parece ir despejando la incógnita, y otros candidatos, paulatinamente, van subiendo su caudal electoral. Las variables pueden cambiar, y con encuestas o sin ellas, los guatemaltecos analizamos más nuestra realidad, y lo  que esperamos a corto, mediano y largo plazo. De ahí­ se desprende que algunos de los llamados pequeños, polí­ticamente hablando, pueden dar la sorpresa, como ya ha sucedido en otros paí­ses. En polí­tica no hay nada escrito, y la sociedad es cambiante, de acuerdo con sus necesidades. Dentro de los mal llamados candidatos pequeños se encuentran probables sorpresas: el doctor Suger tiene a su favor el nivel académico y su experiencia en enseñanza, pero se encuentra, a mi criterio, muy lejano a los grandes problemas de la población guatemalteca; el ex pastor Harold Caballeros tiene una buena estructura de bases, pero no se logra separar aún su imagen religiosa de la del candidato, incluso su voz recuerda al religioso; y dentro de los punteros de los pequeños se encuentra Manuel Baldizón,  quien tuvo en sus inicios un gran acierto al lograr la aprobación de la Ley de Protección a las Personas de la Tercera Edad, así­ como otras iniciativas de tipo social, por lo que tiene una buena primera tarjeta de presentación; juegan tanto en contra como a favor de él su juventud, su discurso, y su tenacidad. Su juventud, porque hay Baldizón para rato, y esa misma juventud, en la que siempre he creí­do, pueden llevarlo a tomar decisiones apresuradas que no siempre deben ser malas, pero que con un buen grupo de asesores pueden dar un resultado diferente; además tiene ideas frescas, y que se sepa (aparte es lo que se rumora)  el dinero de su campaña proviene de sus correligionarios y de su familia,  la de sus padres son el mejor referente; en cuanto a su discurso es catalogado como populista, al que ciertos analistas le dan un sentido negativo; sin embargo, el DRAE establece que significa “Perteneciente o relativo al pueblo.”  O sea, aunque se ha malinterpretado al llamar al discurso de los polí­ticos populistas en una interpretación objetiva, se están ubicando como parte del pueblo. En relación a su tenacidad puedo dar fe, porque me tocó estudiar con él el primer Doctorado en Derecho de la Usac, que es un hombre tenaz, porque estando estudiando se propuso llegar a ser diputado, y lo logró. En un viaje a Holanda supo que existí­a una ley para las personas de la tercera edad que no gozaban de la seguridad social, y la implementó, con sus grandes diferencias, es cierto, porque Holanda es un paí­s desarrollado, y nosotros no, pero muy a pesar de todo lo hizo.

Podrí­a escribir muchas cosas sobre la personalidad de Manuel, pero dejarí­a la objetividad –de la que no me quiero apartar–, por lo que lo dejo como una buena opción, sin desgaste y compromisos aún.

El tiempo se agota, y en Guatemala la carrera electorera inició desde hace tiempo, incluso antes del legal. Creo que todos los guatemaltecos/as debemos analizar nuestro voto, porque cada 4 años se nos agotan las oportunidades de iniciar el tan esperado y ansiado cambio estructural del paí­s. De todos los candidatos (porque son demasiados) al único que conozco personalmente, y con el que he compartido uno de los momentos más bellos que puede vivir el ser humano, que es el crecimiento académico, es Manuel Baldizón; compartí­ fila y espacio, no es un bufón como muchos lo han calificado sin conocerlo, al contrario, es, aunque muy joven, serio, profundo, y ante todo ama a su familia.

No quiero pecar en este artí­culo de  subjetiva, pero tampoco debo pecar de omisión. Si conozco las cualidades de una persona, que otros/as desconocen, las debo dar a conocer, porque el rumor, el correveidile, son muy malos informadores. Creo que para hablar con propiedad de una persona, por lo menos se le debe haber tratado; ahora, si se es psicólogo, se puede hacer un análisis del personaje en cuestión; pero criticar por criticar, o por consigna, no es ético. Conozco personalmente a varios polí­ticos, pero con ninguno he compartido momentos en los que la persona se muestra como es, y adicional a Ricardo Sagastume, al que admiro, aprecio y conozco, he compartido, admiro su inteligencia y aprecio como ser humano a Manuel Baldizón, porque lo conocí­ cuando aún no era un polí­tico, y siempre ha tenido el detalle de contestar un correo de cualquiera de los compañeros de promoción. í‰l siguió su ruta. De los 14 que éramos 2 ya murieron, y a los dos los lloré con el alma, los doctores en Derecho, Vladimiro Rivera y José Guirola, los dos dejaron en todos un gran vací­o, y todos compartimos con Manuel, como yo.

No hago propaganda oficiosa de él,  solamente puedo escribir que lo conozco, que compartí­ muchos momentos con él, que continuamos la amistad después de la época de estudio. Como todos/as las personas, puedo aceptar que tiene defectos y cualidades, como cualquier ser humano, pero que ante todo es estudioso, ama a su familia y a su paí­s, son principios que sus padres le enseñaron, y esos difí­cilmente se olvidan. Recordemos que en un pupitre, cuando aún no son nada, es cuando mejor se conoce a las personas.