Es así­ como le llamaremos desde el 14 de enero a usted, general Otto Pérez Molina. Es así­ como le llamaremos cuando más que la Presidencia, asumirá el desafí­o de devolverle a Guatemala la confianza perdida y de llevarla a la senda del progreso. No llega solo, lo hará con el respaldo directo de más de dos millones de guatemaltecos, y con las ilusiones de los catorce millones junto a usted.

Hoy es esperanzador escuchar sus primeras declaraciones luego de haber conocido la tendencia de los resultados y escuchar que usted acepta desde ya los desafí­os y responsabilidades del cargo. A través de los medios de comunicación hemos sido testigos de su compromiso con la seguridad ciudadana que tanto nos hace falta y que es fundamental para ir a la senda del progreso. Este es un tema importante que hay que tratar con urgencia y es muy bueno saber de su boca que está consciente de ello y que trabajará en construir una Guatemala segura.

Usted ha declarado que “empieza una nueva vida” y lo ha hecho con “un llamado a la unidad, un llamado a los partidos polí­ticos y lí­deres sociales a que se unan a trabajar juntos”. Guatemala debe de ser UNA y este es buen momento para trabajar en ello, es buen momento para acabar con el divisionismo y la polarización a la que muchos seudolí­deres, incluido el actual Presidente, nos han dirigido.

En sus primeras declaraciones también nos ha dicho que su gobierno hará esfuerzos para trabajar en el tema de transparencia tocando otro tópico de suma importancia pues la corrupción nos hace retroceder cada dí­a más.

El 14 de enero usted jurará ante Dios y por su honor de ciudadano guatemalteco ser fiel, leal y obediente a la Constitución Polí­tica de la República, cumplirla y velar por su cumplimiento; fortalecer el Estado de Derecho y para el efecto cumplir, respetar y velar por el cumplimiento de las leyes de la Nación; cumplir con amor patriótico el cargo de Presidente de la República para el cual ha sido directa y popularmente electo. Pero yo le digo, no espere hasta el 14 de enero para ganarse el tí­tulo de Señor Presidente mediante un acto solemne.

Empiece desde hoy, ganándose a todos y cada uno de los ciudadanos dando muestras que sus declaraciones no son simplemente palabras que después se lleva el viento. Empiece con acciones concretas que demuestren su voluntad para hacer el cambio. Yo le recomiendo una, hacer un llamado a su bancada para que luche por un Presupuesto de Ingresos y Egresos de la Nación sin las ONG como intermediarias para la inversión en obra pública. Ya lo han mencionado muchos, que esas figuras no han sido transparentes y han frenado el desarrollo del paí­s robándole la esperanza a millones de guatemaltecos mediante obras de mala calidad, inconclusas e incluso nunca realizadas que representan miles de millones de quetzales perdidos cada año y que le harán mucha falta para echar a andar todos sus planes y cumplir con sus promesas.

Le recuerdo, General, que no llega solo y que si tiene la voluntad de hacer el bien, nunca lo estará, pues millones de guatemaltecos le acompañaremos en su esfuerzo cotidiano. Así­ es que le pido que durante los próximos meses, antes del 14 de enero, reflexione sobre sus promesas y proyectos, pero sobre todo se haga esta pregunta ¿Estoy dispuesto a trabajar de la mano de los ciudadanos sabiendo que apoyarán lo bueno y denunciarán lo malo?

Y nosotros, ciudadanos también, debemos de preguntarnos ¿Estamos dispuestos a dar nuestro mejor esfuerzo por Guatemala?