Isabel II de Inglaterra, de 81 años, se convierte hoy en la monarca más longeva que jamás haya reinado en Gran Bretaña. Y aunque va delegando responsabilidades en su hijo Carlos, la infatigable soberana parece no tener prisa por dejar el trono.
El 20 de diciembre, Isabel II, supera oficialmente a su tatarabuela, la reina Victoria, que murió en 1901 a la edad de 81 años, siete meses y un día.
La reina marcará el acontecimiento con toda discreción, sin pompa ni ceremonia, pasando el día con su esposo, el príncipe consorte Philip, en el castillo de Windsor, pocas semanas después de haber celebrado el 60 aniversario de su boda.
Pero la reina Victoria conservará aun algunos años el récord absoluto del más largo reino de la historia británica, 64 años. Isabel II debería permanecer en el trono hasta el 9 de septiembre de 2015 para superar a su tatarabuela.
Una posibilidad que no sorprendería demasiado en el Reino Unido. Y es que la reina, que parece haber heredado la salud de hierro de su madre, muerta a los 101 años, no parece dispuesta a reducir su ritmo de trabajo. Y aun menos a abdicar.
«No creo que la abdicación sea una posibilidad, o incluso algo que la reina podría plantearse», explica Robert Jobson, autor de varias obras sobre la monarquía británica. «Mientras tenga buena salud, continuará siendo reina, hasta la muerte», afirma.
Inauguraciones de todo tipo, recepciones en Buckingham, entregas de condecoraciones y recompensas, viajes al extranjero… Aparentemente incansable, Isabel II participa cada año en unos 450 eventos, con un sentido del deber que suscita admiración y respeto.
Desde su coronación en 1953, ha visto desfilar por Buckingham a 11 primeros ministros, desde Winston Churchill a Gordon Brown. Y parece que éstos apreciaban la cita semanal con la reina, encarnación de la estabilidad de una monarquía constitucional más sólida que nunca.
Paralelamente, a lo largo de los años, el papel del príncipe Carlos ha conocido una evolución discreta pero considerable. El futuro Carlos III representa cada vez más a la soberana, especialmente en el extranjero.
Así, por primera vez participó en la cumbre anual de jefes de Estado y de Gobierno de la Commonwealth -oficialmente presidida por la Reina- el mes pasado en Uganda.
«En estos últimos cinco o diez años, el príncipe Carlos ha pasado del estatuto de heredero del trono al de Rey en espera, y después al de verdadero ’rey bis’», explica Jobson.
Este auge se vio favorecido por la espectacular mejora de la imagen de su segunda esposa, Camilla, que durante mucho tiempo fue criticada por haber contribuido a romper el matrimonio de Carlos con Diana.
Como resultado, el 28% de los británicos querría ahora que Camilla se convirtiese en reina cuando Carlos suba al trono, contra 7% hace sólo dos años.
Isabel II, de 81 años, se convirtió hoy en la soberana de más edad que haya reinado en Gran Bretaña, pero los récords de longevidad reales están concentrados en Asia y Oceanía.
El decano fue hasta su muerte, el 11 de mayo de 2007, a los 94 años, el rey de Samoa, Malietoa Tanumafil, que subió al trono en 1962.
Su homólogo de las islas Tonga, Taufa’ahau Tupou IV, falleció en septiembre de 2006, a los 88 años. Este hombre, que antes poseyera el título del monarca más pesado del mundo (209,5 kilos), había reinado durante 41 años en esta minúscula isla del Pacífico sur.
El emperador Hirohito, muerto en 1989 a los 87 años, había reinado 63 años, el período más prolongado en la historia de Japón.
El reino del emperador de Etiopía, Haile Selassie, nacido en julio de 1882, terminó brutalmente a los 86 años con el golpe de Estado militar dirigido por Mengistu Haile Mariam en 1974.
El rey de Tailandia, Bhumibol Adulyadej, que posee el récord mundial de longevidad en un trono de la época contemporánea, celebró sus 80 años a comienzos de diciembre de 2007.
En Europa, Harald V de Noruega, de 70 años, entronizado en 1991, recientemente fue sometido a dos operaciones del corazón. Su vecino, Carl XVI Gustaf de Suecia, de 61 años, reina desde 1973.
El príncipe Rainiero III falleció en abril de 2005 a los 81 años, después de reinar durante más de 55 años en Mónaco.
Pero según los historiadores, el récord absoluto fue establecido hace 4 mil 285 años en Egipto por el faraón Pepi II, que subió al trono a los 6 años y reinó durante 94 años.