Irlanda negocia detalles de plan de rescate


Tras una semana insistiendo en que no necesitaba un rescate, Irlanda acabó por ceder y su primer ministro Brian Cowen confirmó el domingo que la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) aceptaron su petición de ayuda para sanear la colosal deuda del paí­s. AFP

Irlanda negociaba hoy las condiciones de un plan de rescate internacional de hasta 90 mil millones de euros (123 mil millones de dólares), tras un acuerdo considerado como una «rendición» por la población y que podrí­a resultar fatal para el gobierno.


Un centenar de personas penetraron hoy en el patio del parlamento, donde se enfrentaron a la policí­a. AFP

Tras una semana insistiendo en que no necesitaba un rescate, Irlanda acabó por ceder y su primer ministro Brian Cowen confirmó el domingo que la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) aceptaron su petición de ayuda para sanear la colosal deuda del paí­s.

Pero el descontento provocado por este anuncio podrí­a hacer estallar la coalición gubernamental, sobre todo después de que uno de sus miembros minoritarios, el Partido Verde, pidiera la celebración de elecciones anticipadas en la segunda quincena de enero de 2011.

El lí­der de la formación, John Gormley, dijo en un comunicado que los irlandeses se sienten «engañados y traicionados» tras una semana «traumática».

El gobierno de Cowen dispone de una mayorí­a de sólo tres escaños en la cámara de diputados -que podrí­a reducirse a dos tras una elección prevista esta semana-, por lo que una retirada de los seis ecologistas resultarí­a fatal.

Los Verdes, sin embargo, deberí­an respaldar al gobierno en la aprobación del plan ajuste, del presupuesto para 2011 y de una ayuda que «respete los intereses vitales de Irlanda».

«Dejar el paí­s sin gobierno mientras estos asuntos siguen sin resolverse serí­a muy dañino y quebrantarí­a nuestras obligaciones morales», agregó Gormley.

El anuncio del plan, que la prensa calificó de «capitulación sin precedentes», aumentó la cólera de los irlandeses. Un centenar de personas penetraron el lunes en el patio del parlamento, donde se enfrentaron a la policí­a.

«No estamos en quiebra», afirmó el ministro irlandés de Finanzas, Brian Lenihan, al desmentir que el FMI fuera a gestionar de ahora en adelante los asuntos de la isla.

Lenihan aseguró que las instancias internacionales estaban «globalmente satisfechas» con las medidas de austeridad, previas al plan internacional, que el gobierno se dispone a anunciar el miércoles.

El plan de ajuste irlandés, que busca ahorrar en cuatro años 15.000 millones de euros (20.600 millones de dólares), busca llevar el déficit público del 32% del Producto Interior Bruto (PIB) previsto para 2010 al 3% en 2014, conforme a las exigencias de la UE.

El gobierno irlandés tendrá dificultades para vender a su población reticente este plan que, según la prensa, incluye reducciones de las prestaciones por desempleo y familiares así­ como nuevas supresiones de empleos públicos.

Irlanda será el segundo paí­s de la eurozona que se beneficia este año de un rescate, después de Grecia.

El Reino Unido, que pertenece a la UE pero no a la Eurozona, anunció por boca de su ministro de Economí­a, George Osborne, que prestará unos 7.000 millones de libras (11.000 millones de dólares, 8.000 millones de euros) en el marco del plan internacional. Lo mismo deberí­a hacer Suecia.

Según el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, las negociaciones que el gobierno irlandés mantiene con la UE y el FMI «están bien encarriladas» y deberí­an estar finalizadas antes de «fines de noviembre».

El monto total del rescate se desconoce, aunque fuentes diplomáticas indicaron a la AFP que la suma oscilarí­a entre 80.000 y 90.000 millones de euros.

Grecia obtuvo un préstamo de 110.000 millones de euros a tres años para refinanciar su deuda.

En el caso de Irlanda, la ayuda estará destinada en gran parte a enderezar el sistema bancario, en el que el gobierno ha inyectado unos 50.000 millones de euros (69.000 millones de dólares), lo que disparó el déficit público.

El objetivo prioritario de la UE es evitar un contagio a otros paí­ses frágiles de la Eurozona, como Portugal o España, altamente endeudados.

A pesar del anuncio del plan de rescate, el euro caí­a este lunes por la tarde ante el dólar, a 1,3639 dólares, contra 1,3673 la noche del viernes.

La tendencia de las bolsas, que abrieron ligeramente al alza, era también a la baja a las 14H30 GMT. La que más perdí­a era Madrid, con -2,67%.

PORTUGAL Posible tercera ví­ctima


Portugal, potencial nuevo blanco de los mercados, podrí­a verse obligado a solicitar una ayuda financiera externa, al igual que Grecia e Irlanda, estimaron hoy analistas.

«En los mercados, la idea es que una vez resuelto el caso de Irlanda, Portugal se encontrara en primera lí­nea», declaraba ya el viernes el director del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD) a cargo del paí­s ibérico, Joao Cravinho.

Sin embargo, las autoridades portuguesas conservan aún la esperanza insistiendo en las diferencias entre su paí­s e Irlanda, tal como lo habí­an hecho en su momento con la crisis griega.

Portugal «no necesita ninguna ayuda» para superar sus dificultades financieras, declaró el lunes el primer ministro portugués José Sócrates, afirmando que «no hay ninguna relación» entre su paí­s e Irlanda.

«Escucho hablar mucho del FMI (Fondo Monetario Internacional). El paí­s no necesita ninguna ayuda, lo que necesita es hacer lo que tiene que hacer, aprobar el presupuesto. Lo que necesita el paí­s es la ayuda de los portugueses», declaró Sócrates a la prensa en Lisboa.

De su lado, el ministro portugués de Finanzas, Fernando Teixeira dos Santos, se apresuró el domingo por la noche a saludar el «significativo» plan de ayuda a Irlanda que, a su entender, «calma los temores, reduce la incertidumbre y refuerza la confianza de los mercados».

Teixeira dos Santos también intentó despegar a Portugal de los problemas de Irlanda, subrayando que el paí­s dispone de un sistema bancario «bien regulado y supervisado», «resistente y capitalizado».

Además, recordó la «estrategia clara» del gobierno para reducir los déficits, reafirmando que se cumplirán los objetivos.

Sin embargo, para la mayorí­a de los analistas, estos argumentos podrí­an ser insuficientes para tranquilizar a los mercados.

El lunes, el rendimiento de las obligaciones de Estado portuguesas seguí­an subiendo y se situaban en 6,527% a las 11H00 GMT, contra 6,508% el viernes por la noche.

«Si esta presión no afloja, Portugal se verá obligado a pedir una ayuda de emergencia», indicó en ese sentido la economista Tullia Bucco, del banco Unicrédit.

De su lado el experto Filipe Silva, del banco Carregosa, estimó que «Portugal puede considerar que es insensato pagar tasas de 6 a 7%, o más, cuando puede pedir una ayuda exterior» con intereses más bajos.

Afectado por un crecimiento amorfo en los últimos años, Portugal acusa una deuda pública de 161.000 millones de euros (unos 220.000 millones de dólares), es decir más del 82% de su PIB (Producto Interior Bruto), y no logra reducirla.

«El endeudamiento portugués progresó más en los primeros nueve meses del año que en el mismo periodo del año anterior», afirmó el economista Ralph Solveen de Commerzbank al diario Financial Times.

«Las necesidades de financiamiento de Portugal son superiores a las de Irlanda», subrayaba por su parte el experto Nick Firoozye, del banco Nomura, citado el lunes por Diario Económico.

En efecto, si Portugal ya garantizó sus necesidades de financiamiento para 2010, la situación podrí­a ser más complicada en 2011, con la llegada de vencimientos de su deuda pública por 25.600 millones de euros, de los cuales 19.700 millones en el primer semestre.

En este contexto, el parlamento portugués se apresta a votar en forma definitiva el viernes un presupuesto de austeridad sin precedentes, que incluye baja de salarios y alza de impuestos, para recortar el déficit del 7,3% del PIB al 4,6%.

Ante esto, las dos principales centrales sindicales portuguesas, CGTP y UGT, unidas por primera vez desde 1988, convocaron para el miércoles una huelga general, que se presenta como el movimiento social más importante desde la llegada de la democracia en 1974.