Irlanda del Norte va tras agresores en disturbios


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El jefe de la policía de Irlanda del Norte prometió hoy perseguir y arrestar a veintenas de extremistas protestantes después que atacaron e hirieron a 56 agentes que protegían un desfile de partidarios del Ejército Republicano Irlandés.

Por SHAWN POGATCHNIK
DUBLIN / Agencia AP

La violencia del viernes por la noche en el centro de Belfast es la primera en un tenso fin de semana donde se anticipan desfiles de los sectores extremos de los protestantes británicos y los irlandeses católicos.

Oficiales de policía dijeron que extremistas protestantes, alentados por mensajes de redes sociales, trataron de impedir el desfile en Royal Avenue, la principal arteria comercial de Belfast. Algunos ostentaban banderas británicas en capas o máscaras y arrancaron adoquines del empedrado para atacar a los policías.

La policía respondió con cañones de agua y balas plásticas. Varios protestantes se alejaron de la zona del enfrentamiento con sangre en el rostro.

Políticos protestantes dijeron que las autoridades nunca debieron autorizar lo que calificaron de marcha provocativa de irlandeses republicanos.

Cuando los grupos adversarios —partidarios y oponentes de la marcha— flanquearon las líneas policiales para intercambiar pedradas y botellazos, los organizadores de la marcha abandonaron sus planes de desfilar frente a la alcaldía de Belfast y la desviaron a territorio católico.

La ministra del gobierno británico de Irlanda del Norte condenó a las turbas protestantes por su comportamiento.

«Piense lo que piense la gente sobre los méritos de la marcha, debe respetarse la ley», afirmó la secretaria para Irlanda del Norte, Theresa Villiers.

El jefe de policía Matt Baggott dijo durante una conferencia de prensa en Belfast el sábado que la población carcelaria en Irlanda del Norte pronto se «incrementará» mientras los detectives usaban las imágenes de video para identificar a los responsables.

Baggott acusó a los protestantes, que arrancaron partes del pavimento y ladrillos de construcciones para usarlos como armas, de realizar actos de «anarquía insensata y simple vandalismo». Agregó que siete personas fueron arrestadas el viernes por la noche por ataques a la policía y robo de automóviles, uno de los cuales fue incendiado en medio de la ruta.

Recordó que más de 500 revoltosos, en su mayoría protestantes que enfrentaron a la policía en las calles de Belfast, ya han sido acusados y condenados por hechos de violencia callejeros en diciembre, enero y julio.

Baggott agregó que los manifestantes protestantes carecieron de organización, respeto propio y dignidad. Dijo que sus agentes arriesgaron la vida «para impedir que se propagara la anarquía. Sin esa valentía, pudieron haberse perdido muchas vidas», afirmó.

Los incidentes de este año reflejan el resentimiento de los protestantes por los progresos de los irlandeses católicos en el proceso de paz. El acuerdo de paz del Viernes Santo de 1998, mediado por Estados Unidos, buscó poner fin a la violencia, reformar la policía, permitir el retiro de los militares británicos y forjar un gobierno de unidad católico-protestante.

Esos objetivos se han logrado en su mayoría. Pero el supuesto gobierno de «unidad» sigue reflejando las divisiones fundamentales en la sociedad norirlandesa.