Irán y seis potencias mundiales concluyeron conversaciones hoy con un acuerdo para volver a reunirse a principios de año, dejando entrever que Teherán podría estar dispuesto a abordar los reclamos internacionales de abordar las actividades nucleares que podrían ser usadas para fabricar armas.
La directora de política exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton, dijo que el acuerdo para una nueva reunión fue logrado después de «dos días de conversaciones sustanciales».
«Nosotros e Irán acordamos continuar con estas conversaciones a fines de enero en Estambul», dijo Ashton, al hablar en nombre de Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña, Francia y Alemania. Ashton había rechazado previamente una propuesta de Teherán para reunirse en Estambul, ya que Turquía es aliada de Irán.
La funcionaria se abstuvo de dar detalles, alegando: «Reconocemos los derechos de Irán, pero insistimos en que cumpla con sus obligaciones». A la vez que las seis potencias aceptan el derecho de Irán para desarrollar energía nuclear, insisten en que Teherán cumpla con las exigencias del Consejo de Seguridad de las Naciones Unida para detener el enriquecimiento de uranio y otras actividades que tienen aplicacione tanto pacíficas como militares.
En la reunión de Estambul «planeamos abordar ideas prácticas y maneras de cooperar hacia la solución de todas nuestras preocupaciones sobre el tema nuclear», destacó Ashton en declaraciones a los periodistas, poco después que el segundo día de conversaciones concluyó al mediodía.
Saed Jalili, jefe negociador de Irán, confirmó la fecha y el lugar de las conversaciones programadas, a la vez que señalaba que su país no depondría su insistencia de que tiene derecho de enriquecer su uranio con propósitos pacíficos.
«Rechazamos la idea de sostener conversaciones bajo presión», les dijo a los periodistas. Evitando mencionar los temas atómico, Jalili sólo dijo que las conversaciones abordarán «el asunto de cooperación» entre Teherán y las seis potencias.
En Irán, el presidente Mahmud Ahmadineyad indicó que la suspensión de las sanciones de Naciones Unidas y otras, contribuiría a avanzar en las conversaciones.