Irán y el Director de la agencia atómica de la ONU llegaron a un acuerdo hoy para ampliar la inspección de las instalaciones nucleares del país, incluido un reactor que se planea construir.
El trato podría facilitar las negociaciones sobre el programa nuclear de Teherán.
Aunque el acuerdo es un avance en la cooperación de Irán con la Agencia Internacional de Energía Atómica, perteneciente a las Naciones Unidas, la «hoja de ruta» inicial para realizar inspecciones más detalladas no menciona algunos de los lugares que más ansía examinar la AIEA, especialmente una instalación militar fuera de Teherán.
Irán se apresuró a ensalzar el acuerdo, anunciado en una conferencia de prensa conjunta, como indicio de progreso para alcanzar un pacto más amplio con Estados Unidos y otras potencias mundiales cuando se reanuden las negociaciones la próxima semana. Pero el aumento de las inspecciones se llevará a cabo a lo largo de un calendario de tres meses, lo que podría alentar a los enviados occidentales, pero pudiera ser insuficiente para zanjar varias diferencias surgidas durante las negociaciones que se estancaron el fin de semana.
El acuerdo fue logrado durante las negociaciones en Teherán con Yukiya Amano, director de la AIEA, cuya iniciativa se asemeja a las gestiones mucho más amplias de las seis potencias mundiales a fin de llegar a un acuerdo que impida a Irán desarrollar a la larga ojivas nucleares, afirmación que los iraníes consideran infundada.
En Abu Dabi, el secretario de Estado norteamericano John Kerry restó importancia a las diferencias entre las seis potencias. Indicó que su posición era unida y que Irán no pudo aceptar el acuerdo en Ginebra «en ese momento en particular», una insinuación de que hay espacio para más avances cuando se reanuden las negociaciones el 20 de noviembre.
El acuerdo alcanzado hoy contribuye a la posibilidad de un trato de mayor alcance. Los inspectores de la AIEA llevan años trabajando en Irán, pero se han quejado de las limitaciones para tener acceso a ciertos lugares y entrevistar al personal.
El pacto daría a los inspectores de la AIEA acceso a una mina de uranio y al lugar donde se planea construir un reactor de agua pesada, que usa un tipo diferente de refrigerante que el agua y produce mayor cantidad de productos derivados del plutonio que los reactores convencionales.
Los inspectores ya visitaron el lugar del reactor, pero desean más detalles.
La AIEA también recibió permiso para visitar la mina de uranio de Gachin cerca del puerto de Bandar Abbas, en el Golfo Pérsico.
El acuerdo estipula que Irán aportará más detalles de su programa nuclear, incluidos todos los reactores de investigación que planea construir. Ello es importante porque esas instalaciones usan uranio enriquecido al 20%, el mayor nivel que Irán reconoce poseer y un aspecto clave de las negociaciones nucleares.
Detener el enriquecimiento al 20% —después del cual sólo se requieren algunos pasos más para obtener material nuclear con fines bélicos— es un objetivo clave de los enviados occidentales. A cambio podrían ofrecer a Irán la disminución de las sanciones.