Irán se niega a enviar su uranio enriquecido al extranjero a cambio de combustible para su reactor de investigación en Teherán, declaró hoy el presidente de la comisión de Seguridad Nacional y Relaciones Exteriores del Parlamento, Alaeddin Borujerdi, citado por ISNA.
«No está previsto enviar una parte de los mil 200 kilos (de uranio débilmente enriquecido) a la otra parte para recibir combustible. Ahora esto está descartado, ya sea de manera gradual o de una sola vez», afirmó este influyente legislador, según la agencia de noticias ISNA.
«En estos momentos, nuestros expertos están estudiando la forma de obtener el combustible para resolver el problema. Ali Ashgar Soltanieh (el representante de Irán ante la AIEA) está negociando para encontrar una solución», agregó.
El 21 de octubre, en Viena, en el marco de una reunión entre Irán, Francia, Rusia y Estados Unidos, la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) había presentado un proyecto de acuerdo que permitiría garantizar a Teherán la entrega de combustible nuclear para su reactor de investigación.
Según los términos de dicho acuerdo, Irán debía exportar la mayor parte de su uranio débilmente enriquecido para un enriquecimiento suplementario en Rusia. Luego, Francia debía encargarse de la transformación en combustible nuclear para hacer funcionar el reactor de Teherán.
Rusia, Francia y Estados Unidos dieron su acuerdo rápidamente, pero eso no sucedió con Irán.
El viernes, en una entrevista otorgada a televisiones turcas, el presidente Mahmud Ahmadinejad había indicado que Irán prefería comprar el combustible que necesitaba y que estaba dispuesto a continuar las negociaciones al respecto.
«Hemos dicho a la AIEA que queremos comprar el combustible», había anunciado.
«La agencia nos dijo que algunos países estaban dispuestos a vendernos ese combustible. Estamos discutiendo con ellos para comprarlo», había agregado Ahmadinejad, cuyas declaraciones fueron traducidas al turco.
Una intervención de Ahmadinejad en la televisión iraní programada para este sábado en la noche fue postergada.
El lunes pasado, Soltanieh había indicado que Irán estaba «dispuesto» a un nuevo encuentro con Rusia, Estados Unidos y Francia, agregando que quería comprar el combustible.
«Estamos dispuestos a comprar el combustible a cualquier proveedor como hicimos hace 20 años a Argentina bajo la supervisión de la AIEA (…), la cuestión clave es la garantía de la entrega del combustible», había explicado.
«Estamos dispuestos a participar en un nuevo encuentro técnico en Viena para que las inquietudes técnicas (de Irán) sean consideradas» en el acuerdo, había afirmado.
En esa oportunidad, Soltanieh no precisó si Irán seguía considerando enviar una parte de su reserva de 1.500 kilos de uranio débilmente enriquecido al extranjero para obtener a cambio el combustible.
El mismo día, destacó ante la AFP que su país quería nuevas conversaciones lo antes posible.
La ausencia de una respuesta formal irritó particularmente a las capitales occidentales e incluso a Rusia.
El presidente ruso Dmitri Medvedev advirtió el sábado que no podían excluirse nuevas sanciones contra Teherán en caso de un bloqueo persistente.
El jueves, la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton había pedido a Irán que aceptara «tal cual» la propuesta de la AIEA, refiriéndose a un «momento clave».
«No vamos a enmendarla ni esperaremos indefinidamente», reiteró Clinton.