El líder supremo de Irán sostuvo que las protestas posteriores a las elecciones presidenciales fueron planeadas con antelación, pero que no tiene constancia de pruebas que demuestren que los líderes de la oposición, acusados de organizar los disturbios, hayan actuado movidos por los intereses de potencias extranjeras. Los comentarios del ayatolá Alí Jamenei difieren de las acusaciones que han venido haciendo los partidarios del ala dura del régimen -incluido el presidente reelecto Mahmoud Ahmadinejad- desde que se desataron las protestas después de las elecciones presidenciales del 12 de junio.