Irán, inflexible, repitió el martes que se niega a suspender el enriquecimiento de uranio, un día después de la reunión de las seis grandes potencias en Londres, que trabajaron sobre una nueva resolución vinculante de la ONU contra Teherán a causa de su programa nuclear.
«No es factible que la nación iraní renuncie a la tecnología nuclear con objetivos pacíficos», declaró este martes el canciller iraní, Manouchehr Mottaki.
El ministro hizo estas declaraciones después de la reunión el lunes de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Rusia y China) más Alemania en Londres para comenzar a trabajar en una segunda resolución contra Irán.
Según Mottaki, Irán no puede decidir otra vez una suspensión temporal de las actividades de enriquecimiento de uranio como la de 2004 como parte de un acuerdo con los europeos, ya que no recibió nada a cambio.
«Si la suspensión (de actividades nucleares) es necesaria para crear un ambiente de confianza, este paso ya lo dimos, y miren cómo terminó», dijo el ministro en conferencia de prensa.
Además, el embajador iraní en Moscú, Gholamreza Ansari, aseguró que su país está dispuesto a atacar a Estados Unidos en represalia si Washington decide pasar a la acción, según la agencia Interfax.
Pero el diplomático añadió que Irán está dispuesto a estudiar la posibilidad de hablar directamente con Washington de su programa nuclear.
En diciembre, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la resolución 1737, que prevé sanciones contra Irán en los terrenos de la industria nuclear y programa balístico, debido a que las autoridades de Teherán se niegan a suspender su programa de enriquecimiento de uranio.
China, que junto con Rusia es partidaria de la vía diplomática para convencer a Irán de que abandone su programa nuclear, no indicó si apoyará una nueva tanda de sanciones contra la república islámica.
«Nuestra posición fue consistente en el hecho de que abogamos por una solución al asunto nuclear iraní a través de la negociación y medios pacíficos», declaró el portavoz de la cancillería, Qin Gang. «Las sanciones son nuestro objetivo final».
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Philippe Douste-Blazy, dijo este martes que los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU podrían ponerse de acuerdo «rápidamente» acerca de una segunda resolución sobre Irán, que estipularía sanciones económicas.
Irán efectúa sus actividades de enriquecimiento de uranio en su planta de Natanz, en el centro del país.
«Pronto empezaremos la fase del uso industrial de la energía nuclear», declaró el vicepresidente iraní, Parviz Davudi.
«Estamos dispuestos a negociar sobre las garantías, el refuerzo del Tratado de No Proliferación (TNP) nuclear, y sobre consorcios para enriquecer uranio en nuestro país. Lo que no es aceptable es renunciar a nuestro derecho nuclear», dijo Mottaki.
Estados Unidos insiste en que quiere terminar este diferendo por la vía diplomática, pero nunca ha descartado acciones militares contra el programa nuclear de Irán.
Estados Unidos e Israel acusan a Irán de querer fabricar armas nucleares. Teherán lo niega e insiste en que su programa nuclear tiene fines pacíficos.
El ex presidente Akbar Hashemi Rafsanjani advirtió a las autoridades de su país que no provoquen a Estados Unidos.
«Los estadounidenses trajeron a sus tropas a Irak y Afganistán con altos costes. Lo único que hicieron fue acabar con los enemigos de Irán, Saddam Hussein y los talibanes», dijo Rafsanjani, presidente de 1989 a 1997.
«Están enfadados (…). Así que debemos permanecer alertas. Son como un tigre herido y no debemos ignorarlo», dijo.
Irán y Corea del Norte son los Estados «más preocupantes» para Estados Unidos, aseguró hoy el jefe de los servicios de inteligencia norteamericanos Michael McConnell, quien señaló que la proliferación de armas de destrucción masiva representa «la segunda amenaza» después del terrorismo.