Irán en el centro de los debates de la AIEA


El controvertido programa nuclear iraní­ estará más que nunca al centro de la reunión del consejo de gobernadores de la Agencia Internacional de la Energí­a Atómica (AIEA), que se reúne mañana y viernes en Viena y será una suerte de preludio al reinicio de las negociaciones entre Teherán y las grandes potencias el 6 de diciembre en Ginebra.


En el programa de la tradicional reunión de fin de año de la AIEA, figura el último informe sobre las actividades nucleares de la República islámica, en el que una vez más se denuncia la falta de cooperación de Teherán.

Tres dí­as más tarde, el lunes 6 y el martes 7 de diciembre, las grandes potencias del grupo 5 1 e Irán se reunirán en Ginebra para reactivar sus discusiones interrumpidas desde hace más de un año.

El grupo reúne a los cinco miembros permanentes del Consejo de seguridad de la ONU (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Gran Bretaña) y Alemania.

Desde hace ya ocho años, la agencia de la ONU investiga para determinar si el programa nuclear de Teherán tiene objetivos pací­ficos, como afirma el régimen islámico, o si busca dotarse del arma atómica, como denuncian las grandes potencias.

El paí­s está sometido a sanciones internacionales de la ONU por su rechazo de cesar el enriquecimiento de uranio, el que llevado a muy altos niveles de pureza, puede ser utilizado para fabricar el arma nuclear.

El informe entregado la semana pasada a los Estados miembros reveló un cese temporal de esta actividad en noviembre, sin dar detalles sobre las causas pero reactivando las especulaciones sobre un ataque mediante un virus informático.

El presidente iraní­ Mahmud Ahmadinejad reconoció luego, con palabras veladas, que el virus «Stuxnet» habí­a afectado efectivamente las centrifugadoras que producen el uranio enriquecido.

Pero, reafirmó también que Irán no renunciarí­a jamás, a pesar de los ataques y las presiones, al enriquecimiento de uranio. Esta cuestión «no es negociable», dijo, lo que hace presagiar airadas discusiones en Ginebra.

La agenda exacta de la reunión está aún por precisar: las grandes potencias quiere centrar las discusiones sobre el enriquecimiento del uranio mientras que Teherán dijo en varias ocasiones que querí­a analizar cuestiones de seguridad regional, en particular la presunta posesión del arma nuclear por Israel.

Los 35 gobernadores representantes de los 151 Estados miembros de la AIEA también evocarán la polí­tica nuclear de Siria, sospechosa de construir un reactor nuclear en una instalación en el desierto. El paí­s rechaza el acceso a ésta a los inspectores de la AIEA.

El director general de la AIEA, el japonés Yukiya Amano, ya dejó en claro su impaciencia frente a la falta de cooperación de Damasco y dejó entender que podrí­a pedir «inspecciones especiales». En caso de rechazo, Siria deberí­a dar cuentas al Consejo de Seguridad de la ONU.

Corea del Norte también será un sujeto de debate, aún cuando los expertos de la AIEA fueron expulsados de ese paí­s.

Un cientí­fico estadounidense reveló recientemente haber visitado una nueva y amplia planta de enriquecimiento de uranio, disponiendo de cientos de centrifugadoras, en Yongbyon, a un centenar de kilómetros de la capital, Pyongyang.

Por último, el consejo deberí­a discutir de un proyecto, que tiene posibilidades de ser adoptado según fuentes diplomáticas, de banco internacional de combustible nuclear, propuesto por Estados Unidos.

El banco entregará uranio levemente enriquecido a paí­ses que cumplan estrictamente los criterios de no proliferación nuclear.