El presidente iraní Mahmud Ahmadinejad declaró hoy que Irán posee entre 5 mil y 6 mil centrifugadoras destinadas al enriquecimiento de uranio, confirmando así que la República Islámica ha ampliado su controvertido programa nuclear, informó la radio oficial.
«Hoy, ellos (los occidentales) aceptaron que el número de 5 mil a 6 mil centrifugadoras existentes no aumenta y que no hay problema en que las centrifugadoras funcionen», declaró Ahmadinejad en un discurso en Machhad.
El presidente iraní no precisó si esas centrifugadores estaban operativas o no.
Ahmadinejad señaló asimismo que la «resistencia» de Irán había obligado a Estados Unidos a cambiar su posición y a aceptar participar en las negociaciones.
«Los estadounidenses decían antes que Irán debía aceptar la suspensión (del programa) para que ellos participaran en las negociaciones, pero han participado en ellas sin que Irán suspenda su programa y esto lo valoramos positivamente», se regocijó el líder iraní.
A inicios de abril, Irán afirmó que agregó 492 nuevas centrifugadoras a las 3 mil instaladas anteriormente.
En el pasado, el presidente Ahmadinejad había anunciado la instalación de 6 mil nuevas centrifugadoras en la fábrica de enriquecimiento de Natanz (centro).
Estas declaraciones se producen una semana después del encuentro en Ginebra entre el responsable iraní en materia nuclear, Said Jalili, y el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Javier Solana, así como con los representantes de los Seis (Estados Unidos, China, Rusia, Francia, Gran Bretaña y Alemania) para tratar de llegar a una solución a la crisis.
Estas discusiones no supusieron un gran avance y las grandes potencias dieron a Irán un plazo de 15 días para dar una respuesta clara a su última oferta de cooperación a cambio de la suspensión de sus actividades nucleares.
La Casa Blanca amenazó el miércoles a Irán con nuevas sanciones si no aceptaba la oferta internacional y la suspensión de su programa de enriquecimiento de uranio.
Sin embargo, el jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov se pronunció el jueves en contra de fijar plazos al régimen de Teherán.
El miércoles, Ahmadinejad afirmó una vez más que su país no retrocedería lo más mínimo, dejando clara la respuesta de su país a las exigencias internacionales.
«El pueblo iraní está de pie y no retrocederá frente a las potencias opresivas», dijo en un discurso transmitido por la televisión estatal.
Los países occidentales temen de que el programa nuclear civil de Teherán esconda tras él objetivos militares, en concreto, la fabricación de la bomba atómica, algo que el régimen islámico niega.
El enriquecimiento de uranio es fundamental para el funcionamiento de las centrales nucleares civiles, pero también sirve para fabricar armamento atómico.
La ONU ya ha adoptado tres conjuntos de sanciones contra Irán y los occidentales han amenazado con nuevos castigos si Teherán no acepta su oferta.