Irán advierte que podrí­a cerrar el estrecho de Ormuz


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Irán puede obstruir fácilmente el estratégico estrecho de Ormuz en el Golfo Pérsico por el que fluye una sexta parte del petróleo del mundo, advirtió ayer el almirante de la Armada iraní­.

Por ALI AKBAR DAREINI y TAREK EL-TABLAWY TEHERAN / Agencia AP

Fue la segunda advertencia de este tipo en dos dí­as. El vicepresidente Mohamed Reza Rahimi amenazó el martes con cerrar el estrecho, lo que interrumpirí­a las exportaciones de crudo, si Occidente impone sanciones a los enví­os petroleros de Irán.

«Para las fuerzas navales iraní­es es muy fácil cerrar el estrecho de Ormuz», dijo el almirante Habibolá Sayyari a la agencia estatal Press TV. «Irán tiene control total sobre la estratégica ví­a marí­tima».

Las amenazas dejan entrever la preocupación iraní­ de que Occidente esté a punto de imponerle nuevas sanciones dirigidas a la vital industria petrolera de Teherán y sus exportaciones.

Por el pasaje, en la boca del Golfo Pérsico, pasan diariamente unos 15 millones de barriles de crudo.

Estados Unidos reaccionó de inmediato.

«La interferencia con el tránsito o el paso de barcos a través del estrecho de Ormuz no será tolerada», dijo el secretario de prensa del Pentágono George Little.

Por su parte, la portavoz de la 5ta Flota de la Armada estadounidense estacionada en Bahréin, la teniente Rebecca Rebarich, afirmó que la Armada de Estados Unidos «siempre está lista para contrarrestar las acciones malévolas con el fin de asegurar la libertad de navegación».

«Quienquiera que amenace con alterar la libertad de navegación en un estrecho internacional está evidentemente fuera de la comunidad de naciones; ninguna interrupción será tolerada», afirmó Rebarich.

El intercambio de declaraciones, cada vez más acalorado, plantea nuevas tensiones en un enfrentamiento que tiene el potencial para provocar represalias militares y elevar los precios del petróleo a niveles que podrí­an golpear la ya frágil economí­a mundial.

Las naciones occidentales están cada vez más impacientes con Irán por su programa nuclear que dice tiene fines civiles. Estados Unidos y sus aliados han acusado a Teherán de utilizarlo como una fachada para desarrollar armamento nuclear.

Irán, el cuarto productor mundial de petróleo, ha rechazado las acusaciones, y dice que su programa busca generar electricidad y producir radioisótopos médicos para atender a pacientes con cáncer.

El Congreso estadounidense ha aprobado un proyecto de ley que prohí­be tener trato con el Banco Central de Irán, y el presidente Barack Obama ha dicho que lo autorizará a pesar de sus dudas. Los crí­ticos advierten que podrí­a causarle dificultades a aliados de Estados Unidos y provocar un alza en los precios del petróleo.

El proyecto de ley podrí­a imponer sanciones a las firmas extranjeras que hagan negocios con el banco central iraní­. Los paí­ses europeos y asiáticos importan petróleo de Irán y utilizan su banco central para las transacciones.

Al aumentar los temores sobre una posible caí­da en los suministros de petróleo iraní­, un alto funcionario petrolero saudí­ dijo que las naciones árabes del Golfo Pérsico están listas para intervenir de ser necesario y contrarrestar cualquier pérdida potencial de crudo de Irán en los mercados mundiales.