El jefe de los negociadores iraníes sobre la cuestión nuclear, Ali Larijani, advirtió el viernes en Moscú que Teherán reconsiderará sus relaciones con la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) si el Consejo de Seguridad de la ONU le impone duras sanciones.
«Reexaminaremos nuestras relaciones con la AIEA si la ONU adopta la resolución de la troika europea sin tener en cuenta las enmiendas presentadas por Rusia», declaró Larijani, citado por medios locales, a su llegada a Moscú.
Desde primera hora de la mañana en la capital rusa, Larijani se encontró con el jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, antes de entrevistarse con su homólogo del Consejo ruso de seguridad, Igor Ivanov.
El alto responsable iraní trató con ambos el proyecto de resolución europeo que se discute desde hace cerca de dos semanas entre los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (China, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Rusia) y Alemania.
El texto prevé sanciones económicas y comerciales contra Irán por negarse a suspender sus actividades de enriquecimiento de uranio.
Rusia quiere aportar ciertas enmiendas que se encaminan, especialmente, a suprimir toda mención a las sanciones individuales que podrían aplicarse a los iraníes asociados a las actividades nucleares: prohibición de viajar y congelación de recursos financieros en el extranjero.
Aliado tradicional de Irán, Moscú quiere jugar su propia carta en el enfrentamiento entre Teherán y la comunidad internacional.
Desde hace algunos meses, Rusia presenta una proposición en la que intenta conciliar las ambiciones energéticas iraníes y las preocupaciones occidentales con la creación de una sociedad entre Rusia e Irán para enriquecer uranio iraní en suelo ruso.
«Esta propuesta nunca ha sido rechazada y permanece en la mesa de negociaciones», declaró Larijani. «La discusión sobre este tema continúa», añadió.
El jueves, el embajador iraní en Moscú, Gholamreza Ansari, saludó esta proposición estimando que no es «contradictoria» con la que Teherán propuso a Francia a principios de octubre, aunque tiene grandes matices.
«La proposición rusa concierne a la creación de una sociedad común sobre territorio de la Federación Rusa, mientras que Irán propone que se cree sobre su propio territorio», subrayó el embajador en una entrevista concedida a la agencia Itar-Tass.
El jefe de los negociadores iraníes sobre la cuestión nuclear reiteró que Irán está dispuesto a encontrar una salida a la crisis en el marco de las negociaciones entre las seis potencias mundiales.
Lavrov también insistió en el credo ruso para que continúen las «negociaciones». «Nosotros pregonamos un reglamento negociado de este problema, veremos si logramos llevarlo adelante», dijo el ministro ruso.
En julio, las seis potencias que negocian la cuestión iraní se reunieron para fijar a Irán una fecha límite en la que ésta debía aceptar sus propuestas y suspender sus actividades de enriquecimiento, bajo pena de verse sometida a sanciones.
Según la resolución 1696 del Consejo de Seguridad de la ONU, el 31 de agosto expiraba la fecha para que Teherán frenara el enriquecimiento de uranio, lo que la república no ha cumplido.