Irán acepta participar en solución sobre Afganistán


El cuerpo de un supuesto talibán es cargado por fuerzas de seguridad, tras el ataque en una ciudad de Afganistán. FOTO LA HORA: AFP MOHAMMAD YAQUBI

Irán participará en la conferencia internacional sobre Afganistán que se celebrará el 31 de marzo en La Haya a la que fue invitado por Estados Unidos, en un gesto que podrí­a reducir la tensión entre Washington y Teherán y ayudar a estabilizar a su vecino Afganistán.


«Participaremos en la conferencia internacional sobre Afganistán en La Haya. Todaví­a no sé a qué nivel, pero estaremos presentes», declaró el portavoz del ministerio iraní­ de Relaciones Exteriores, Hassan Ghashghavi.

La impulsora de esta conferencia fue la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, quien además llamó a principios de marzo a Irán a participar.

En diciembre de 2008, Irán no asistió a una reunión internacional sobre Afganistán organizada por Francia.

«Es una señal positiva de Irán para decir que está preparado a ayudar a Estados Unidos a calmar (la situación) en Afganistán», declaró a la AFP el periodista y analista iraní­ Mashala Shamsolvaezin.

«Irán sabe que las fuerzas de la ISAF (Fuerza Internacional para Asistencia de la Seguridad de la OTAN en Afganistán) son, como mucho, invitados, y que se irán de Afganistán, pero las fuerzas de los talibanes forman parte del paisaje afgano. Teherán quiere actuar de forma tal que los talibanes no se conviertan en sus enemigos», explicó.

Hay en Irán dos fuerzas militares internacionales, con un total de 75.000 efectivos, la mitaf de los cuales son de Estados Unidos, que lideró en 2001 la invasión que derrocó al régimen de los islamistas talibanes.

La decisión de Teherán se produce luego de que el nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, adoptara el 20 de marzo pasado la histórica iniciativa de ofrecer a los dirigentes de la República Islámica de Irán superar 30 años de relaciones hostiles, en un mensaje difundido con motivo del Año Nuevo iraní­.

Al dí­a siguiente, el guí­a supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, instó a Obama a pasar de las palabras a los hechos.

«Cambie, y nuestra actitud cambiará», habí­a sentenciado Jamenei.

El martes pasado, Obama dijo que esperaba «avances progresivos» en las relaciones entre Estados Unidos e Irán, que no tienen relaciones diplomáticas desde hace casi 30 años.

Interrogado acerca de si Irán estudiaba reunirse con diplomáticos estadounidenses en la conferencia de La Haya, Ghashghavi se negó a responder, alegando que ese asunto no estaba en el orden del dí­a.

A la conferencia sobre el futuro de Afganistán, organizada bajo la égida de la ONU, han sido invitados unos 80 paí­ses y unas 20 organizaciones internacionales involucradas en las operaciones de seguridad y reconstrucción en Afganistán.

El ministro iraní­ de Relaciones Exteriores, Manuchehr Mottaki, en visita oficial a Brasil, declaró que «es necesario encontrar una solución regional a la crisis afgana. El objetivo de Irán es ayudar a la estabilidad, la paz y la tranquilidad en la región, pues eso es la base de cualquier progreso».

Ghashghavi anunció igualmente que Irán participará en la reunión de la Organización de Cooperación en Shanghai que se celebrará el viernes en Moscú en presencia de Estados Unidos, y que estará dedicada a Afganistán.

Irán mantiene estrechos ví­nculos con su vecino Afganistán, sobre todo con sus poblaciones chiitas y de habla persa del norte, pero se opone al regimen extremista sunita de los talibanes.

Además, sofre las consecuencias de la enorme producción afgana de opio que alimenta su mercado de la droga.

Teherán y Washington ya cooperaron en la cuestión afgana tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos. Entonces, Irán habí­a suministrado información de inteligencia y ayudado a los grupos adversos a los talibanes.

Esos atentados fueron los que motivaron la expedición militar estadounidense en Afganistán.

Tras siete años de guerra en Afganistán sin perspectiva de paz, el gobierno de Obama quiere ahora reactivar esta cooperación para estabilizar a Afganistán, pero también para evitar que la crisis afgana se propague a Pakistán.

SUCESOS Ataque


Nueve policí­as murieron el jueves en un ataque de los talibanes a una comisarí­a del sur de Afganistán, en momentos en que Estados Unidos prepara una nueva estrategia para el conflictivo paí­s del sur de Asia.

El ataque se produjo en el distrito de Nahri Sarraj, la provincia de Helmand, informó el ministerio de Interior en un comunicado.

«Nueve heroicos policí­as murieron en un ataque cobarde de los enemigos de Afganistán», afirmó el ministerio, precisando que se habí­a desplegado un amplio dispositivo para dar con los agresores.

El subcomandante provincial de policí­a, Kamaludin Jan, dijo que los rebeldes sufrieron bajas pero no pudo cuantificarlas.

La pequeña comisaria atacada está en la carretera que conecta Nahri Sarraj al distrito vecino de Nad Ali y vela por la seguridad de un pueblo vecino.

La llegada de la primavera (boreal) a Afganistán se traduce en un aumento de las operaciones militares y las de los rebeldes en Afganistan, como ha venido ocurriendo en los últimos 30 años.

El derrocamiento de los talibanes en 2001 y la llegada de las tropas internacionales no trajo la estabilidad. La violencia va en aumento y 2008 fue el año más sangriento desde el cambio de régimen, con la muerte de 2.200 civiles.

Además de atacar la comisarí­a, los rebeldes tendieron una emboscada a un convoy que transportaba a un preso talibán hasta la ciudad de Ghazni, en el sur, explicó a la AFP el comandante de la policí­a Abdul Ghafor Jan, que formaba parte de la escolta.

El tiroteo duró 30 minutos. «Siete policí­as y cuatro talibanes resultaron heridos y cuatro talibanes murieron», dijo Jan.

El empeoramiento de la situación ha llevado al presidente estadounidense, Barack Obama, a trasladar los mayores esfuerzos de la «guerra contra el terrorismo» de Irak a Afganistán.

Obama ordenó el despliegue de otros 17.000 soldados estadounidenses que se sumarán a los 75.000 soldados bajo mando norteamericano y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Los otros detalles de la nueva estrategia estadounidense podrí­an conocerse en la cumbre internacional sobre Afganistán que se celebrará el 31 de marzo próximo en La Haya.

Se espera que ese cambio de orientación incluya un acercamiento a los insurgentes «moderados» y la intensificación de las operaciones en la frontera con Pakistán, refugio de talibanes y miembros de Al Qaida.

El presidente afgano Hamid Karzai, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, tienen previsto participar en la conferencia de La Haya.

La cita contará incluso con la presencia de Irán, anunció a la AFP el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores iraní­, sin indicar el nivel de la representación.

«Afganistán es hoy la prueba más importante» que afronta la OTAN, recordó este jueves la canciller alemana Angela Merkel en el parlamento alemán.