El ejército estadounidense perdió nueve soldados en dos ataques el lunes al norte de Bagdad, y 29 miembros de la red terrorista Al Qaeda, entre ellos varios responsables, fueron detenidos en los últimos días en Irak, donde la violencia continuaba hoy.
Al mismo tiempo, las fuerzas de seguridad iraquíes y los soldados estadounidenses continuaban su implantación en el barrio bagdadí de Ciudad Sadr, bastión de las milicias chiítas del jefe radical Moqtada Sadr, opuesto a la presencia de tropas norteamericanas.
La muerte de estos nueve militares al estallar bombas el paso de sus vehículos elevan a 3.179 el número de militares estadounidenses fallecidos en Irak desde la invasión del país en marzo de 2003, según un recuento de la AFP basado en cifras del Pentágono.
Seis de ellos murieron en la provincia de Salaheddin», cuya capital, Tikrit, era feudo del ex presidente Saddam Hussein, y otros tres tras una explosión en la provincia de Diyala», región que sufre la violencia entre musulmanes chiítas y sunitas.
Los grupos armados sunitas son activos en estas dos provincias, donde el ministerio iraquí de Interior anunció la detención en los últimos días de 29 miembros de Al Qaeda, varios de ellos jefes locales de la red terrorista en Irak.
Dos hermanos de Abu Omar Al Baghdadi, el jefe del «Estado islámico en Irak», fueron detenidos en Baiji, a 220 km al norte de Bagdad, y el responsable de esta organización para el norte de Irak fue detenido cerca de Tikrit.
«El Estado islámico en Irak» es una alianza de grupos sunitas dirigida por la rama iraquí de Al Qaeda, que reivindicó sobre todo el secuestro y la ejecución de 14 policías iraquíes el viernes en Baaquba, al norte de Bagdad, para vengar la presunta violación de una mujer sunita a manos de policías.
La violencia continuaba este martes en Irak, donde murieron 22 personas, entre ellas nueve peregrinos chiítas.
Los ataques continúan desde hace varios días contra los peregrinos chiítas que se dirigen a pie de Bagdad a la ciudad santa de Kerbala, situada a 110 km al sur de la capital, y que deben atravesar regiones sunitas.
Los peregrinos se dirigían a Kerbala para conmemorar el sábado el 40º día después de la muerte del imán Hussein –una de las figuras más veneradas por el islam chiíta– asesinado en el año 680 de nuestra era por la dinastía sunita de los Omeyas.
En Bagdad continuaba la construcción de un puesto de seguridad estadounidense-iraquí en la periferia de Ciudad Sadr, barrio dominado por el ejército del Mahdi, la milicia del jefe radical Moqtada Sadr.
Hasta ahora, las patrullas estadounidenses no han encontrado resistencia en Ciudad Sadr, pero las autoridades locales denunciaron el registro el lunes del domicilio del diputado de la corriente Sadr Hassan Al Rubaye.
Responsables estadounidenses informaron de una disminución de la violencia en Bagdad por cuarta semana consecutiva tras la puesta en marcha del plan contra la inseguridad en Bagdad, pero la violencia sigue causando víctimas diariamente.