Cinco años han pasado desde que se inició la guerra en Irak. El columnista Peter Reinert en TIME, 31 de Marzo/08, hace comentarios al respecto del moralismo y del militarismo en esa ya muy larga y costosísima guerra.
A pesar de la derrota sufrida en Vietnam, los gringos encabezados por el guerrerista Bush creyeron que su poderío militar les permitiría resolver la situación en Irak en cuestión de días, y que ellos se retirarían habiendo restablecido la democracia y dejando al pueblo iraquí agradecido. Pero, ¡que triste chasco! Cinco años después, con 4 mil soldados gringos muertos y el despilfarro de billones y billones y más billones pecaminosamente malgastados la cosa sigue peor, y los dólares lloran sangre. ¿Y con cuántos niños muertos y con cuántos niños huérfanos han contribuido los iraquíes?
Aún a los militaristas gringos la conciencia les remuerde y quisieran retirarse y no seguir incrementando ese derroche que, de frente a la mirada del mundo, ha merecido un categórico repudio. ¿No le remuerde la conciencia Mr. President?
El excesivo despilfarro de dinero en que ha incurrido el hijo pródigo Bush ha precipitado a su pueblo a una recesión que ya se ha establecido y que, a nosotros, los chapines, también empieza a castigarnos. El precio del petróleo y la gasolina se han ido por los cielos y ello obligará a restringir el uso del automóvil, se encarecerá el transporte para los obreros, para las verduras y las frutas, y se empeorará, indetenible la recesión.
La recesión gringa indudablemente reducirá las significativas remesas que los indocumentados chapines envían a sus familias, una reducción que ya es un hecho, y así, el pueblo, andador de a pié, ya no encontrará verduras en el mercado, ni tendrá monedas con que comprar el que será carísimo y escasísimo frijol.
¿Se dará cuenta el Sr. Bush de las repercusiones que ha tenido su política militarista causal de tristeza, luto, lágrimas y hambre de muchos niños?
Barack Obama, el negro candidato demócrata ha manifestado su desacuerdo con esa irracional política de Bush de querer imponer la democracia a punta de balazos, ¿no es eso irracional?
El moralismo racional, deberá siempre guiar a la acción militar, afirma Reinert en TIME, y así piensa también, Barack Obama, el inteligente, sensato, y bien intencionado negro que reencaminará por una nueva senda el destino de la sociedad norteamericana. Indudablemente deberá afrontar serios embates y tomar cruciales y muy trascendentales decisiones. Y si acaso, cuando ya de Presidente, ocurra un segundo ataque terrorista como el de las torres el 11 de Septiembre/01, ¿qué hará Barack?
¿Una reacción inspirada en el pacifismo de Martin Luther King, de Mahatma Gandhi, o del Dalai Lama? Moralismo racional antes que un irracional militarismo.
Sea cual fuere su decisión, estoy seguro que no será tan insensato como Mr. Bush.