Quince civiles, entre ellos cuatro niños, murieron hoy en un atentado suicida y tres soldados estadounidenses fallecieron al ser alcanzados por disparos cerca de Hawijah, 240 km al noreste de la capital, según fuentes militares y del ministerio iraquí de Defensa.
El atentado fue perpetrado por un kamikaze que se lanzó con un camión cargado de explosivos contra la residencia de un general de la policía iraquí, en el barrio chiita de Al-Shaab, en el noreste de la capital.
Quince personas, entre ellas cuatro niños, murieron y 65 heridas, según una fuente del ministerio iraki de la defensa, en momentos en que la violencia conoce una «baja» generalizada, según el ejército de Estados Unidos.
Ocho casas se derrumbaron ante la violencia de la deflagración y varias decenas fueron dañadas, indicaron las fuentes, que estimaron que la cantidad de muertos podría ampliarse por el gran número de heridos evacuados en los dos hospitales de la capital iraquí.
El comandante de policía blanco del atentado y que no fue alcanzado, había participado en operaciones con el ejército iraquí en Bagdad, según una fuente del ministerio iraquí del Interior.
Por otra parte, tres soldados estadounidenses murieron en Hawijah, un bastión sunita, en el incidente más grave desde hace un mes para el ejército de Estados Unidos involucrado en una ofensiva contra la red Al Qaida en el norte del país.
Los tres militares fueron alcanzados por disparos de arma ligera, anunció el ejército estadounidense en un comunicado.
Con este ataque, la cantidad de militares estadounidenses muertos desde la invasión de Irak en marzo 2003 alcanzó la cifra de 4.090, según el sitio internet independiente www.icasualties.org.
Ante la prensa, el portavoz del ejército estadounidense en Irak, el general Kevin Bergner, se congratuló por el «éxito» de las operaciones militares y la «baja» general de los ataques, reconociendo sin embargo que «Al Qaida es todavía capaz de ataques de gran envergadura».
Bergner afirmó que Washington no pretende mantener bases militares permanentes en Irak tras el anuncio la víspera por el gobierno de Bagdad de divergencias sobre la presencia estadounidense en el país después de 2008.
«Algunos puntos fueron ampliamente malinterpretados (por la prensa, ndlr). El ejército estadounidense no tiene ningunas ganas de tener bases permanentes en Irak», declaró el general.
Ayer el gobierno iraquí había declarado su voluntad de preservar su «soberanía nacional», indicando que tenía una «visión diferente» de la de Estados Unidos acerca del acuerdo sobre el estatuto de las fuerzas estadounidenses despues del 31 de diciembre de 2008, cuando expire el plazo fijado por la resolución de la ONU.