¿Quién le pone el cascabel al IGSS? (IV)


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La seguridad social tiene que cambiarse, tanto el criterio constitucional como su ley particular, ello implica una reforma constitucional del artículo 100 y una verdadera actualización de las leyes específicas, todo lo cual solo se puede hacer si el Ejecutivo, los representantes patronales y sindicales y los partidos políticos aceptan que es el único camino.

Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com


En los países donde se ha mejorado el sistema de seguridad social se ha creado la cuenta individual de las contribuciones y aportes por cada trabajador y su patrono, también se ha permitido la competencia en la prestación de servicios por hospitales y médicos particulares a tarifas basadas en costos más una pequeña ganancia, adicionalmente se ha separado el sistema de salud pública con el sistema de salud de seguridad social, donde quienes laboran son trabajadores exclusivos del sistema y no trabajadores parciales que laboran cuatro horas o un turno en los hospitales privados, otro en los hospitales del seguro social y otro en los hospitales de salud pública. Lo mismo se aplica a la consulta externa.
 
Poner de acuerdo a los diferentes sectores y a los diferentes intereses que se dan en la seguridad social es una tarea sumamente compleja y difícil, por ello no deberían ser los representantes de los sectores interesados y/o representados en la junta directiva quienes emprendieran la búsqueda de soluciones.
 
Si para poder aprobar la construcción de una hidroeléctrica se han contratado en el sector público o en el sector privado empresas y expertos a nivel mundial, lo mismo debería de considerarse hacer por cuanto el resultado de uno o varios estudios de cómo reencaminar la seguridad social es importante para millones de trabajadores afiliados, de sus dependientes y beneficiarios y también lo es para el país, para el sistema económico financiero ya que conlleva el análisis de dónde, cuándo y cómo se pueden invertir esas multimillonarias reservas técnicas.
 
Seguramente implicará contratar especialistas extranjeros, actuarios y también expertos guatemaltecos, pero sin duda alguna hacerlo será la mejor decisión de Estado y de nación que puede realizarse en bien de la mayoría de los guatemaltecos.
 
Un ejemplo de lo indispensable que es hacer el estudio, la evaluación y restructuración de la seguridad social es lo acontecido en Grecia, en Portugal, en España, Chile, Perú y en los mismos Estados Unidos, donde de una u otra forma ha sido una necesidad nacional la restructuración y el reordenamiento de la seguridad social y de las prestaciones económicas y médicas que la misma conlleva.
 
Entre más tiempo transcurra más grave será el problema, más devaluadas estarán las reservas técnicas, más onerosas serán la prestaciones de consulta externa, de hospitalización y de entrega de medicamentos, tanto a los afiliados como a los pensionados.
 
La pica está en Flandes, la Presidencia de la República, Cacif y sus cámaras asociadas, los sindicatos y la sociedad civil no deben continuar haciendo las del avestruz en este importantísimo y delicado tema de la seguridad social, tampoco debe ser objeto de odio y demagogia.
 
¡Guatemala es primero!