La Gerencia en el Seguro Social se integra por un gerente general y tres subgerentes, uno a cargo de prestaciones médicas, otro de aspectos administrativos y un tercero supuestamente es el responsable de inversiones financieras. Los gerentes han sido nombrados por su vinculación político-económica, no por su eficiencia ni por su experiencia, a la mayoría de ellos les ha quedado grande el puesto y siguen instrucciones del Presidente de la República, del partido político o de miembros de la junta directiva.

Si se analiza quiénes han desempeñado esos cargos, la mayoría no ha estado preparada, su principal mérito ha sido su vinculación al Presidente de la República, al partido, al Congreso o a algún diputado, todo lo cual ha implicado una mala administración y la saturación de nombramientos de allegados políticos o personales con buenos salarios.
 
El IGSS es el mayor comprador de medicamentos en el país, lo que le permitiría importar la mayoría de los mismos, a mucho mejores precios y con una pequeña comisión al representante en Guatemala. También debería de comprar un buen número de esos medicamentos a través de la Organización Mundial de la Salud o de la Organización Panamericana de la salud, como lo hacen muchos países, reduciendo los precios de vacunas, sueros y principales medicamentos; sin embargo, compra de forma directa en farmacias, por contrato abierto y de forma directa en la mayoría de los casos, todo lo que implica un gasto del doble o del triple de lo que debería ser el gasto en medicinas.
Adicionalmente, a la junta directiva y a la gerencia, el instituto posee el denominado consejo técnico, donde nuevamente se puede comprobar que la gran mayoría de integrantes no han velado por el desarrollo del Seguro Social sino simple y llanamente han gozado de un gran sueldo y de muy poco trabajo. Dónde están los planes para mejorar pensiones a los afiliados, dónde están las evaluaciones técnicas para extender programas de prestaciones médicas a todo el país, simplemente no existen.
 
Cada día la seguridad social se deteriora, su red hospitalaria es antigua e ineficiente, las citas de consulta médica externa pueden tardar meses, no importando la urgencia y gravedad del paciente afiliado; las operaciones selectivas toma cuatro o cinco veces más tiempo que se efectúe que las que se realizan en cualquier hospital privado e igual de grave es la situación de las pensiones de invalidez, vejez y sobrevivencia que son precarias, insuficientes para vivir por cuanto no son el resultado de la contribución individual del afiliado y su patrono, sino son el producto de un fondo de reparto. Lo único que en el IGSS se actualiza son los sueldos, prestaciones y ventajas económicas de sus trabajadores, a quienes incluso se les ha creado un plan especial de pensiones lo que ha permitido que exgerentes y expresidentes de la institución, después de diez años de pago de contribuciones, se retiren de por vida con enormes salarios, con enormes pagos mensuales que como es sabido pueden ser superiores a diez o más veces el salario mínimo existente en el país.
¡Guatemala es primero!
Continuará.