¿Qué hay tras el conflicto de Estados Unidos y Corea del Norte?


Gustavo-Osegueda

Recibimos con agrado los comentarios de nuestros lectores. Siempre vale la pena realizar el ejercicio porque nos conduce a la inclusión, la apertura y la sana discusión de la cual nace un análisis y genera un pensamiento objetivo. La semana anterior recibimos un material recién publicado por Jack A. Smith en el Global Research titulado “¿Qué hay tras el conflicto de Estados Unidos y Corea del Norte?”

Gustavo Osegueda
gosegueda@yahoo.com


Este aporte abre un importante espacio de análisis y discusión, porque si bien en la geopolítica actual hemos presentado a Corea del Norte como un estado autárquico y aislado, este cuestionamiento nos induce a entrar a profundizar en el tema, para conocer y comprender más causas acerca de la escalada del conflicto en mención.

Para analizarlo es necesario parafrasear de la siguiente forma: ¿Qué quedó escondido entonces detrás del armisticio que puso fin a la Guerra de Corea?

Durante la postguerra aparecieron muchos elementos importantes porque según el análisis de Jack A. Smith, durante años Estados Unidos y su protegido Corea del Sur han rechazado reiteradamente cada una de las siguientes propuestas de Corea del Norte:
1. Un tratado de paz para poner fin a la Guerra de Corea. 2. La reunificación de Corea, “temporalmente” dividida en Norte y Sur desde 1945. 3. El final de la ocupación estadounidense de Corea del Sur y la suspensión de los simulacros de combate anuales de un mes de duración entre Estados Unidos y Corea del Norte, y 4. Negociaciones bilaterales entre Washington y Pyongyang para acabar con las tensiones en la Península de Corea.
Según Smith, Estados Unidos se niega a firmar un tratado de paz para poner fin a la Guerra de Corea. Afirma que solo ha accedido a un armisticio, que es un cese temporal del combate por consentimiento mutuo. Argumenta también que se suponía que el armisticio firmado el 27 de julio de 1953 se iba a transformar en un tratado de paz cuando “se lograra un acuerdo pacífico final” y que la ausencia de un tratado se traduce en que la guerra puede volver a empezar en cualquier momento. Finalmente asevera que Corea del Norte reclama un tratado de paz y no desea una guerra contra Estados Unidos.

Justamente el 9 de abril, el comandante Samuel Locklear, el más alto mando de la Armada estadounidense en el Pacífico, aseguró que las amenazas de Corea del Norte son “claras” y apuntan de manera “directa a la seguridad nacional de EE. UU. y a la paz y estabilidad regional”.

No es sino hasta el recién pasado 15 de abril cuando el secretario de Estado de EE. UU., John Kerry, ha dejado abierta la puerta al diálogo «auténtico y fiable» para la desnuclearización de Corea del Norte, ante las amenazas que supone el «peligroso programa nuclear» de Pyongyang.

Sin embargo, si estas son las razones por las cuales Corea del Norte permanece beligerante, entre ellas la negativa de Estados Unidos de acceder a un tratado de paz para poner fin a la Guerra de Corea, entonces los intereses de Corea del Norte continuarán en el perfeccionamiento de las armas nucleares y así mismo los intereses de Estados Unidos en la región Asia-Pacífico también continuarán en la búsqueda de mantener su hegemonía blanda entre sus mejores aliados asiáticos: Japón, Corea del Sur, Taiwán, Tailandia, Indonesia y Filipinas, donde, en todos estos países, tienen bases militares.

La consecuencia directa de todo lo anterior es lo que hace extrema la inestabilidad de la península desde la década de 1950 y es por esto que aún se arrastra el conflicto hasta nuestros días.

Continuará…