¿Que hay más pobres?  ¡Por supuesto! I de II


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¿Cómo pretende el presidente Colom tapar el sol con un dedo? Alega que sus detractores polí­ticos no ven los logros y resultados de su gestión. Pues claro que no se ve. No se ve. Pasó y pasó el tiempo y lo que sí­ se ve es que hay más pobres, no se combatió la violencia con inteligencia y los í­ndices de desarrollo humano en Guatemala retrocedieron.

Fernando Mollinedo
fermo@intelnet.net.gt

 


No cuento con datos exactos, pero dadas las circunstancias, se puede decir que al cierre de 2007, muchos miles de miles eran pobres, y lo siguen siendo ahora, ¿cuántos habitantes más durante estos últimos cuatro años, pasaron a engrosar las filas de pobreza? ¿Podrí­a la Segeplan indicar cuál fue el ingreso promedio de los hogares con más recursos? En los últimos cuatro años, creció el ingreso para la población más rica y ¿cuánto creció para los menos favorecidos?

¿Existe algún estudio acerca o sobre la desigualdad de esa inmensa población que indique los supuestos de que los beneficios del crecimiento automáticamente se filtraron a las personas más desfavorecidas? La distribución del ingreso en el paí­s es muy desigual. Los ingresos de la mayorí­a de la población son insultantes. La brecha entre los más ricos y los más pobres crece todos los dí­as. En relación con algunos paí­ses ricos existe una brutal desigualdad. Pero la que hay en Guatemala no tiene calificativo.
Es indignante. Y no tiene por qué sentirse ofendido el presidente Colom, él, como buen representante de un partido polí­tico, cumplió con su trabajo, el cual consistió en privilegiar más a las clases privilegiadas de siempre.

Sus actos de gobierno tendieron a privilegiar por sobre la fuerza de trabajo al capital. Protegió a los detentadores de los medios de producción, lo cual no es de extrañarse. ¡Cumplió! como cumplieron los expresidentes que le antecedieron (Cerezo, Serrano, De León Carpio, Arzú no digamos, Berger también, Portillo, que quiso insubordinarse, y ahora Colom. ¿Qué esperaba Guatemala de ellos? Honradez, honestidad y decencia en los actos gubernamentales, pero fue lo contrario, hubo latrocinio hasta por debajo de las piedras, y no porque lo diga yo, lo dice la HISTORIA de este paí­s, y por si no lo creen basta leer en la Hemeroteca Nacional los periódicos y revistas de las épocas aludidas para refrescar tales verdades.

¿O será que todos los periodistas somos idiotas y enemigos del señor Colom y no queremos reconocer su “magní­fico” gobierno? No lo creo. Simplemente, los periodistas publicamos la realidad tal cual es, o sea la verdad que vimos que no cambió en los últimos cuatro años, misma que aparte de impactante, desnuda la cruda desigualdad de los habitantes guatemaltecos. En pocas palabras, el incremento de los pobres se palpa, se siente, en las calles de las ciudades y en lo que queda del campo. ¿Cambió algo en estos cuatro años?
¿O no es verdad?