Desde el primer día, en que Brasil le hizo tres a Croacia, la Copa Mundial ha registrado una lluvia de goles tan fuerte como un aguacero en la selva amazónica.

Una serie de factores se han combinado para que la de Brasil pueda ser la Copa Mundial en la que más goles se anotan. Al paso que va, esa marca caerá tarde o temprano.
La marca a batir son los 171 goles del Mundial de Francia de 1998. Los tantos de las dos primeras rondas ya superan el total de goles de los mundiales del 2010 en Sudáfrica y del 2006 en Alemania.
Desde ya, ahora que hay 32 equipos (a partir de 1998) es de esperar que se marquen más goles que antes, en que participaban 26, 16 o incluso 13 selecciones.
Pero el promedio de 2,75 tantos por encuentro es notable. La FIFA afirma que es el mejor promedio de las dos primeras rondas desde 1986.

Aquí algunas de las razones por las que los goleadores se sienten en su salsa:

ESTADO FISICO: Los jugadores deberían agradecer a los preparadores físicos. Los equipos se prepararon muy bien para el calor, la humedad y los viajes largos de una sede a otra. Están resistiendo admirablemente la carga que representa jugar cada cinco o seis días en estas condiciones.
Un mejor estado físico permite a los equipos atacar a mayor velocidad de forma continua. Los jugadores se fatigan y acalambran en algunas de las sedes más calurosas y cuando hay alargues, pero no se resienten como hubiera sucedido hace 10 o 20 años.
«Pensamos que, por el calor, tratarían de ahorrar energías», comentó el ex internacional nigeriano Sunday Oliseh, hoy miembro de un grupo de la FIFA que analiza las innovaciones tácticas y otras tendencias. «Pero juegan a mil de principio a fin».

MUCHOS SE SIENTEN COMO LOCALES: Los equipos de las Américas se sintieron tan a gusto en Brasil como los bañistas cariocas de Copacabana y por ello no extrañó que la mitad de los conjuntos que sobrevivieron a la primera fase fuesen del hemisferio.
«Los equipos sudamericanos tienen una actitud que no percibo cuando juegan en otros sitios», comentó el ex técnico de Liverpool Gerard Houllier, integrante del mismo grupo de trabajo que Oliseh.

DELANTEROS EN FORMA: Poco efectivos en Sudáfrica, los delanteros están encontrando el arco a menudo en Brasil. Arjen Robbeny Robin van Persie anotaron tres goles en total en el 2010 y ya llevan tres cada uno en Brasil.
Cinco goles le alcanzaron al alemán Thomas Muller para ser el máximo cañonero del torneo en el 2010, pero no bastarán en esta ocasión. El colombiano James Rodríguez ya marcó cinco en cuatro partidos. Y Lionel Messi, que no anotó en Sudáfrica, lleva cuatro, lo mismo que Muller y que el brasileño Neymar.
«Creo que una de las razones por las que tenemos tantos goles es que contamos con una extraordinaria generación de atacantes», dijo Houllier.

TACTICAS: Los técnicos han sido recompensados por sus planteos ofensivos. Contra Irán, por ejemplo, Argentina alineó a Messi, Gonzalo Higuaín, Sergio Agüero y Angel Di María, un ataque impresionante.
Algunos equipos juegan con solo tres defensores y usan laterales que se suman constantemente al ataque o refuerzan el mediocampo para que los volantes puedan subir. Los equipos pasan de la defensa al ataque con sorprendente velocidad, como hizo Chile al sellar la eliminación del último campeón España con una victoria 2-0.
«Algunos partidos parecen de hóckey o básquetbol porque se va de un arco al otro», expresó Houllier. «Es un aluvión de jugadores que se van al ataque».
Los jugadores, por otro lado, tal vez sienten la necesidad de hacer muestras de talento porque Brasil es la tierra del fútbol-arte.

LA PELOTA: Los jugadores criticaron mucho la pelota usada en el 2010 por la forma en que se movía en el aire. Un grupo de estudio de la propia FIFA dijo que alcanzaba «una velocidad increíble». Pero el balón del 2014 funciona bien, como demostró James con el que probablemente sea por ahora el mejor gol del torneo, en el que bajó el balón con el pecho y sacó un bombazo desde afuera del área que pegó en el travesaño y entró. Los equipos tuvieron varios meses para ensayar con el nuevo balón.

LA BRECHA SE ACHICA: Con la globalización del fútbol, la brecha de talento y avances tácticos es cada día menor. Equipos que debían ser presa fácil se devoraron a varios grandes.
Casi todos los grandes jugadores militan en clubes del exterior y cuando se incorporan a sus selecciones aportan la experiencia ganada. Técnicos extranjeros también aportan lo suyo. Los 23 jugadores de Costa Rica militan en clubes de 11 países y su técnico Jorge Luis Pinto es colombiano. Los «ticos» le ganaron a dos campeones mundiales, Uruguay e Italia, en la fase inicial y al campeón europeo del 2004 Grecia en los octavos de final.
«Ya no es fácil ganarle incluso a las naciones más pequeñas. Todos mejoran y el fútbol sigue evolucionando», comentó el defensor francés Mamadou Sakho. «Todos mejoran en los planos táctico, técnico y físico».