Desde hace más de un año la gestión de Claudia Paz y Paz fue atacada y cuestionada por el factor ideológico, ya que sus enemigos siempre consideraron que el juicio contra los exmilitares acusados por genocidio era una venganza de alguien de izquierda que buscaba cobrar viejas cuentas que nos dejó la guerra.
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Ya habiendo conseguido el objetivo de sacarla del Ministerio Público, ¿qué viene ahora? ¿Por fin podremos poner sobre la mesa y como el tema más importante, la corrupción?
Con Paz y Paz y la justicia pasa un poco como con Portillo y la corrupción. A la gente le interesaba salir del expresidente porque hipócritamente decían que con él se había instalado un manto de corrupción sin parangón; fue tan falsa la postura y el argumento que ni siquiera se inmutaron con el regreso de los ladrones de cuello blanco que hacen sofisticados negocios con los que roban dinero para asegurarse todas sus vidas.
Ahora a muchos les importaba salir de Paz y Paz porque estimaban necesario “sacar a los comunistas del MP” para que no se sintiera que en el país y en la justicia, los que no son de la rosca o la élite estaban ganando terreno con ánimos de venganza, pasando por alto el tema de la impunidad. En un país con tantos problemas y mafiosos, la pronto exfiscal general pasó a ser el problema número uno de muchas personas, a pesar que tuvo muchos aciertos.
Ahora será interesante observar la postura, el comportamiento y los argumentos de quienes hicieron del tema ideológico el tema central en el MP y del sector justicia. ¿Será, como antes, que el objetivo era simplemente sacar a los que no son de la élite del poder, resignándose a que la impunidad eche nuevas y más extensas y poderosas raíces, especialmente en el tema de la corrupción?
No se escandalice si nadie habla de cómo la corrupción nos hunde en un sistema impune que fortalece y solidifica a los transas permitiéndoles hacer millones con el dinero de la gente. No se sorprenda si los enemigos de Paz y Paz no le hacen ver a la nueva fiscal que su antecesora, a su juicio, se equivocó porque el crimen de lesa humanidad del siglo XXI es la corrupción. ¿Será que veremos a los enemigos declarados de la futura exfiscal general hablar con propiedad de la corrupción que es la madre de los vicios que aquejan a nuestro sistema?
En un país en donde tenemos, solo en 2014, más de 4 mil casos de niños desnutridos, 918 jóvenes presos, más de 5 mil muertos por año, millones perdidos en corrupción y miles de inescrupulosos que le complican la vida a los millones de honrados; si usted se aferra a que el tema ideológico es lo más importante, es porque es muy papo o muy vivo para desviar la atención con el afán que siga reinando un sistema que termine siendo impune porque es perfectamente corruptible.
A ver si como roncan, duermen. Ojalá no pierdan el envión y luchen tan firme para que Thelma Aldana haga de la lucha contra la corrupción el tema central de su gestión. Al fin y al cabo lo mismo da que robe un derechista o un izquierdista; allí si no hay ideologías. Ya veremos.