Inyectan liquidez al mercado


Imagen de la sede central del Banco de Inglaterra, institución que, al igual que la Reserva Federal de Estados Unidos, intervino en la economí­a inyectándole una cantidad de dinero para aumentar la liquidez y evitar una recesión.

El Banco de Inglaterra anunció una inyección de 50 mil millones de libras (99 mil millones de dólares, 60 mil millones de euros) al mercado crediticio, en la mayor medida adoptada por el Reino Unido para restaurar la confianza y aliviar los efectos de la crisis.


El plan del banco central británico consiste en canjear temporalmente bonos del Tesoro por hipotecas bancarias por un valor calculado de 50 mil millones de libras, explicó la institución en un comunicado.

Este plan de rescate será puesto a disposición de los bancos británicos y otras instituciones crediticias afectadas por la crisis hipotecaria de Estados Unidos, que desde hace meses reclaman insistentemente medidas para aliviar la falta de liquidez que han sufrido a raí­z de la crisis de crédito.

La meta es estimular los préstamos entre los bancos y facilitar la compra de viviendas, adelantó el ministro británico de Finanzas, Alistair Darling, en una entrevista ayer con la BBC.

De acuerdo con este plan, las entidades bancarias podrán canjear las hipotecas que no logran vender desde la crisis de los créditos inmobiliarios de riesgo («subprimes») en Estados Unidos por préstamos del Estado, unos bonos considerados muy seguros y que permitirán a los bancos refinanciarse.

La iniciativa busca «aumentar la liquidez en el sistema bancario» y «recuperar la confianza en los mercados financieros», explicó el gobernador del BoE, Mervyn King, en un comunicado.

Los bancos tendrán seis meses a partir de hoy para solicitar su participación en este mecanismo, indicó el documento, que precisó que el canje será válido durante un año, eventualmente prorrogable hasta tres años, y el monto de los préstamos se elevará a unos 50 mil millones de libras.

El BoE precisó también que sólo aceptará el canje de préstamos inmobiliarios emitidos antes de 2008, que impondrá una comisión a las entidades que se acojan a este plan y que éstas continuarán asumiendo los riesgos de pérdidas asociados con los préstamos que intercambiarán.

Con esta operación, el Banco de Inglaterra pretende que los bancos puedan sanear sus cuentas y volver a otorgar a los hogares nuevos créditos con condiciones favorables.

El ministro de Finanzas, Alistair Darling, que debe anunciar esta medida hoy por la tarde ante el Parlamento, explicó ayer que la iniciativa busca «atajar la crisis con el fin de que los bancos puedan poner fondos a disposición del sistema financiero británico».

El banco central «prestará dinero, que deberá ser reembolsado, y utilizará tí­tulos como garantí­a, pero la idea subyacente es que (el plan) abra el mercado» del crédito, explicó Darling.

Sin embargo, la medida podrí­a ser insuficiente para responder a las demandas del sistema bancario.

Según el diario The Times de hoy, que cita a fuentes del departamento del Tesoro, el rescate de 50 mil millones de libras podrí­a ser duplicado.

Esas fuentes indicaron al diario que era posible que la inyección de liquidez se eleve hasta 100 mil millones de libras (unos 200 mil millones de dólares), para intentar recuperar la confianza y aliviar la crisis crediticia.

Salvaje


Los servicios europeos de Competencia comenzaron a examinar la legalidad de la decisión de las autoridades británicas de lanzar un gran plan de salvataje para los bancos del paí­s en dificultades por la crisis hipotecaria, indicó hoy un portavoz.

«Estamos en contacto con las autoridades británicas por el plan, pero es demasiado pronto para comenzar a especular sobre si se trata o no de una ayuda de Estado» no autorizada, declaró el portavoz de la Comisión Europea para cuestiones de Competencia, Jonathan Todd.

El Banco de Inglaterra anunció hoy una inyección de 50 mil millones de libras (99 mil millones de dólares, 60 mil millones de euros) al mercado crediticio, en la mayor medida adoptada por el Reino Unido para restaurar la confianza y aliviar los efectos de la crisis.

De acuerdo con este plan, las entidades bancarias podrán canjear las hipotecas que no logran vender desde la crisis de los créditos inmobiliarios de riesgo («subprimes») en Estados Unidos por préstamos del Estado, unos bonos considerados muy seguros y que permitirán a los bancos refinanciarse.

La cuestión desde el punto de vista de la Comisión Europea es saber si esto puede constituir una ayuda pública ilegal, ya que las reglas de la UE en ese tema son muy estrictas.