Invitación a actuar ante la crisis


Unas falsas notas de crédito de bancos, se utilizan en tono de broman en la reunión de la G20. FOTO LA HORA: AFP LEON NEAL

El presidente estadounidense, Barack Obama, llamó hoy a los lí­deres del planeta a forjar una estrategia común en la próxima cumbre del G20 para reactivar la economí­a mundial, mientras las bolsas ampliaban sus ganancias tras el plan de Washington para librar a los bancos de sus activos tóxicos.


Obama, que pronunciará hoy un discurso sobre la crisis en la hora televisiva de máxima audiencia, dijo a sus colegas de las principales economí­as emergentes e industrializadas que sólo una acción coordinada podrá romper un ciclo de «burbuja y estallido».

«Estamos viviendo una época de desafí­os económicos mundiales que no pueden ser enfrentados con medidas a medias o con los esfuerzos aislados de una sola nación», escribió en una columna de opinión publicada en el diario International Herald Tribune.

«Ahora, los lí­deres del Grupo de los 20 tienen la responsabilidad de adoptar una acción audaz, integral y coordinada que no sólo impulse la recuperación, sino que lance una nueva era de compromiso económico para impedir que una crisis como ésta vuelva a ocurrir», indicó.

Los lí­deres mundiales han tenido dificultades en superar sus divisiones sobre cómo hacer frente a la crisis, con paí­ses europeos como Alemania que priorizan las reformas de la regulación financiera a más inyecciones de dinero de los contribuyentes en sus economí­as.

El primer ministro británico Gordon Brown, que será el anfitrión de la cumbre del G20 el 2 de abril en Londres, se dirigirá al Parlamento Europeo hoy de tarde para hablar de los preparativos de la cita, que marcará la primera incursión de Obama en el escenario mundial.

En un gesto que parece hacer frente a las preocupaciones europeas, Obama reclamó mayores regulaciones sobre el capital y los niveles de transparencia, así­ como medidas enérgicas contra los paraí­sos fiscales offshore.

«Si continuamos dejando que las instituciones financieras del mundo actúen de forma irresponsable, terminaremos atrapados en un ciclo de burbujas y estallido», escribió.

Además de presionar por una acción internacional, Obama intenta insuflar un soplo de vida a la economí­a estadounidense a través de la limpieza de los activos hipotecarios tóxicos de los bancos, que comenzaron a envenenar el sistema financiero mundial el año pasado y asfixiaron el crédito.

El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, develó ayer un plan que ofrece incentivos gubernamentales a los inversores privados para que compren hasta un billón de dólares de estos activos, una medida que desató inmediatamente euforia en los mercados.

Luego de que el í­ndice Dow Jones de la Bolsa de Nueva York registrara ayer su quinta ganancia en porcentaje en la historia ( 6,89%), las bolsas europeas y asiáticas seguí­an subiendo hoy.

Hong Kong subió un 3,44%, Tokio un 3,32%, llegando a su máximo en diez semanas, y Sí­dney un 0,84%.

En la apertura, Parí­s subí­a un 1,14% y Fráncfort un 0,93%. Londres avanzaba un 0,39%.

«El plan de Geithner para resolver la deuda tóxica estadounidense ciertamente fue bien recibido por el mercado», indicó Matt Buckland, de CMC Markets.

Las esperanzas de que la crisis haya tocado fondo también fueron alentadas por un nuevo sondeo que muestra que la actividad empresarial en la Eurozona subió ligeramente en marzo, aunque en relación a niveles deprimidos.

El í­ndice de compras de las empresas de la Eurozona (PMI), compilado por el grupo Markit, subió a 37,6 puntos, contra 36,2 puntos en febrero, según las primeras estimaciones.

Así­ y todo, el PIB de Finlandia, un paí­s que forma parte de la zona euro, se reducirá en un 5% en 2009 y en un 1,4% en 2010, antes de empezar a crecer de nuevo en 2011, según proyecciones oficiales publicadas hoy.

El impacto mundial de la crisis fue destacado por un pronóstico de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), que indicó hoy que las compañí­as aéreas registrarán pérdidas por 4.700 millones de dólares en 2009.

IATA, que representa a 230 compañí­as -93% del tráfico aéreo mundial, con exclusión de las aerolí­neas de bajo costo- preveí­a hasta ahora que las pérdidas del sector se elevarí­an este año a 2.500 millones de dólares.