Invisten a ex bombero


Boiko Borisov, ex bombero y guardaespaldas, fue investido hoy en Bulgaria primer ministro de un gobierno minoritario de centroderecha, en un paí­s que según su nuevo ministro de Finanzas podrí­a sufrir en la segunda mitad del año lo peor de la crisis económica.


El hasta ahora alcalde de Sofí­a, que en las legislativas del 5 de julio apartó del poder a los socialistas (ex comunistas), afirmó su «voluntad polí­tica» de «limitar la corrupción a todos los niveles y cortar el ví­nculo entre el crimen organizado y el poder».

«El objetivo principal del gobierno es garantizar el desarrollo europeo de Bulgaria», paí­s integrado en la Unión Europea en 2007 que se esfuerza ahora en reconquistar la confianza de Bruselas, destacó también.

Borisov, que fue guardaespaldas del ex dictador comunista Todor Jivkov antes de serlo del ex rey Simeón II, se negó a formar una coalición de gobierno «para seguir fiel al voto de los electores», que dieron a su partido, el GERB, 116 de los 240 escaños del Parlamento.

Sensible a las crí­ticas de la Comisión Europea, que acusa a Bulgaria de no combatir la corrupción y el crimen organizado, Borisov nombró viceprimer ministro y ministro del Interior a su más cercano colaborador, Tsvetan Tsvetanov.

La cartera de Relaciones Exteriores fue confiada a la diputada europea Rumiana Jeleva, mientras que al frente de la Justicia estará una fiscal de reputación inmaculada, Margarita Popova. Los esfuerzos del equipo conducido por ésta en la lucha contra el fraude han sido muy apreciados por la Comisión Europea en un informe publicado el 22 de junio.

Por otro lado, el nuevo jefe del poder ejecutivo nombró viceprimer ministro y ministro de Finanzas a un antiguo experto en lucha anticrisis del Banco Mundial, Simeon Djankov.

Djankov, de sólo 38 años, trabajó durante casi 15 en programas anticrisis en unos 90 paí­ses de América Latina, Asia y Europa del Este.

El nuevo ministro, que se muestra confiado en que su paí­s se una a la zona euro «de aquí­ a dos años», considera que lo peor de la crisis golpeará a Bulgaria en la segunda mitad de 2009.

Según él «una de las primeras tareas» del nuevo gobierno será reducir el gasto público, en coordinación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Borisov, reticente a las coaliciones, dijo este lunes que para él no es fundamental completar a cualquier precio un mandato de cuatro años frente al gobierno. Indicó que pedirá un voto de confianza en el Parlamento cada vez que una de las tres formaciones que prometieron apoyarlo intenten ponerlo en apuros.