El gobierno iraquí y el ejército norteamericano continuaban investigando hoy las informaciones que señalaban la muerte del presunto jefe de Al Qaeda en Irak, Abu Ayub al Masri, cuya aparentemente muerte es adjudicada a enfrentamientos internos o a una tribu sunita.
«Por el momento no hemos encontrado su cadáver, pero proseguimos nuestros esfuerzos», declaró el general Abdel Karim Jalaf, portavoz del ministerio del interior.
El martes, el general Jalaf había señalado informaciones «muy serias» sobre su muerte durante combates entre los insurgentes.
Pero su muerte también fue reivindicada el martes al anochecer por una coalición de tribus sunitas que lucha contra Al Qaeda.
«Tenemos pruebas y testimonios directos de las tribus, todos los cuales confirman la muerte de al Masri», aseguró nuevamente el miércoles Hamid al Hayis, jefe del brazo militar de Despertar de Anbar, una coalición de tribus de esta provincia del oeste de Irak, foco de la insurrección sunita.
«La región donde murió sigue bajo el control de Al Qaeda, pero nosotros enviamos esta mañana exploradores armados para saber más», agregó, para justificar que el cuerpo de al Masri todavía no hubiera sido encontrado.
Sin embargo, una alianza de grupos sunitas dirigida por el brazo armado iraquí de Al Qaeda afirmó el martes que el jefe de Al Qaeda en Irak seguía vivo, en un comunicado difundido en internet.
Según el ejército norteamericano, Abu Ayub al Masri sucedió en junio de 2006 al jordano Abu Musab Al Zarqaui, muerto en un ataque aéreo. Siempre de acuerdo con los militares estadounidenses, tiene la nacionalidad egipcia.
La muerte de Abu Ayub al Masri ya había sido anunciada en octubre de 2006 y en febrero de 2007, pero fue desmentida por las autoridades iraquíes y el ejército norteamericano, que este miércoles se mostraba muy prudente.
«No disponemos de ninguna prueba ni cadáver. Continuamos investigando con la ayuda de nuestros socios iraquíes», declaró el teniente coronel Christopher Garver, portavoz del ejército estadounidense.
La confirmación de la muerte de al Masri, también conocido con el apodo de Abu Hamsa al Muhayer (El Extranjero), sería una buena noticia para el primer ministro Nuri al Maliki, quien viajará a Egipto para participar el jueves y el viernes en la conferencia internacional sobre la reconstrucción de Irak.
También sería un acontecimiento positivo para el presidente norteamericano George W. Bush, quien el martes vetó un proyecto de ley del Congreso de mayoría demócrata exigiendo la retirada militar de Irak a partir de octubre.
Los refuerzos norteamericanos continuaban llegando a Irak. La cuarta de las cinco brigadas estadounidenses enviadas como refuerzo a Bagdad para participar en el nuevo plan de seguridad para la capital iraquí, devastada por la violencia religiosa, llegó «esta semana», según el ejército norteamericano. Esta brigada tiene unos 3.700 soldados.