Uno de los siete reos ejecutados por las fuerzas de seguridad pública el 25 de septiembre de este año en Pavón tenía señales de excoriación en la mano izquierda, según el informe del médico forense.
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El informe final de la necropsia practicada a los siete cuerpos de los reos que fallecieran en las instalaciones de Pavón ya se encuentran en manos de fiscales del MP quienes ahora investigan el porqué el reo Erick Estuardo Mayorga tenía una una señal de excoriación en la mano izquierda.
Según el fiscal del caso Milton Durán el examen médico forense señala que los siete reclusos fallecieron como consecuencia de los múltiples disparos que habrían recibido principalmente en el abdomen.
El investigador también refiere que se ha entrevistado con varios reos del centro de cumplimiento de condenas para varones, a fin de determinar como sucedieron los hechos que iniciaron la madrugada del 25 de septiembre.
«Hemos solicitado al médico que realizó la necropsia una entrevista y un informe individual en relación al reo que tenía esta señal de excoriación para determinar si la lesión fue provocada antes o después de la muerte», refirió Durán.
Luego de varias semanas de investigaciones en la granja de rehabilitación para varones Pavón, se descartó de la existencia de osamentas u otro tipo de hallazgo como lo referido en días anteriores.
Durán mencionó que también se analiza lo encontrado en las computadoras para saber con qué se relaciona el contenido de las mismas.
Los videos y ropa de supuestas menores de edad localizados en el interior del penal también se evalúan para la deducción de responsabilidades por los posibles hechos delictivos cometidos en el centro carcelario.
El fiscal de las investigaciones confirma que varios presidiarios durante la toma del penal por parte de las fuerzas de seguridad habrían levantado las manos y dijeron a las autoridades que se entregaban para la realización del allanamiento a excepción de los siete que fallecieron.
Según un informe dado por el Departamento de Control de Armas y Municiones, DECAM, el ente investigador logró establecer que dos de las armas encontradas en Pavón habrían sido registradas días antes del allanamiento por dos de los reclusos que fallecieron.
Las armas de fuego estaban a nombre de Jorge Estuardo Batres Pinto y Luis Alfonso Zepeda Gonzáles, según lo referido por los fiscales a cargo de las pesquisas.
En manos del prisionero José Abraham Tiniguar muerto en el lugar de los hechos según las fuerzas de seguridad fueron encontradas dos granadas de fragmentación.
Mañana se realizará la entrevista de los médicos forenses con los fiscales del Ministerio Público para afinar los últimos detalles relacionados con el operativo en Pavón.