Cuarenta investigadores examinaban hoy los restos del avión comercial turco que ayer se estrelló cerca del aeropuerto de Amsterdam-Schiphol para averiguar las causas del accidente, que causó nueve muertos y 86 heridos.

«El avión quedó muy dañado, es una verdadera ruina: que tanta gente llegara a salir por su propio pie es realmente sorprendente, algunos hablan de milagro», declaró Fred Sanders, portavoz de la Oficina de Investigación para la Seguridad.
El Boeing 737-800 de la aerolínea Turkish Airlines, que había despegado ayer de Estambul con 134 personas a bordo, se estrelló a las 10:31 locales, en un campo arado, a tres kilómetros del aeropuerto de Schiphol-Amsterdam, causando la muerte de nueve personas.
El avión se partió en tres pedazos, sus reactores se desprendieron de la carlinga, sin que se produjera ninguna explosión o incendio.
«El hecho de que no prendiera fuego ayudó mucho, quizás fue debido a que aterrizó en un campo de barro, en vez de en una carretera o en una pista de aterrizaje, donde las chispas habrían aumentado el riesgo de incendio», dijo el portavoz.
«Hay una marca de frenado muy corta en el suelo, parece que cayó sobre un ángulo derecho», subrayó. «Esto podría indicar que no avanzó» mucho después de estrellarse, que «ninguno de sus motores seguía funcionando».
Seis personas resultaron muy gravemente heridas y el jueves se hallaban en un estado crítico. Otras 25 se encontraban en estado grave. En total, 63 personas siguen hospitalizadas.
Según las autoridades turcas, el avión transportaba a 78 ciudadanos de ese país y a 56 de otras nacionalidades.
Unos 70 familiares de las víctimas llegaron el miércoles a Holanda a bordo de un vuelo especial procedente de Turquía.
«Tendrán que identificar a los muertos y heridos que no pueden hablar», explicó el coordinador de la Cruz Roja, Willem Henze.
La investigación sobre el terreno arrancó el miércoles de noche, una vez fueron extraídos los cuerpos del Boeing. «Los investigadores trabajaron toda la noche, sin pausa», declaró Rob Stenacker, portavoz de la gendarmería de Schiphol.
La policía del aire, la gendarmería y la policía local así como la célula de identificación de víctimas participan en las investigaciones.
Los expertos no privilegian por ahora ninguna hipótesis sobre las causas del accidente.
«La investigación debe establecer si hubo errores que pudieron ser evitados, si hay un responsable», declaró a la AFP una portavoz de la fiscalía, Annemiek van Eck.
«Los primeros resultados de la investigación podrían darse a conocer dentro de unas semanas», precisó Fred Sanders, pero las conclusiones oficiales no llegarán hasta dentro de un año probablemente, agregó.
Los restos del Boeing podrían permanecer en el lugar durante varios días, según el portavoz, antes de ser transportados a un hangar para continuar con los análisis. La caja negra del aparato fue encontrada.