Investigan desaparición de miles de armas


Armas. Unos soldados iraquí­es muestran armas que fueron confiscadas a grupos disidentes. (AFP / La Hora)

El comando norteamericano en Irak investiga desde hace varios meses la desaparición de decenas de miles de armas suministradas al ejército iraquí­, incluyendo las reputadas pistolas Glock, que quizás fueron a parar a manos de los insurgentes.


El inspector general del Pentágono, el general retirado Claude M. Kicklighter, encargado de esclarecer este asunto, acudió recientemente a Bagdad, indicó a la AFP un portavoz estadounidense, el coronel Daniel Williams.

«Estaba en Irak en septiembre», declaró en una repuesta por correo electrónico, sin dar detalles sobre la investigación.

Según las cifras del Pentágono, los policí­as iraquí­es recibieron 125.163 Glock, una pistola semi-automática de 9mm de fabricación austrí­aca, famosa por su solidez y su facilidad de empleo.

El Inspector general para la reconstrucción en Irak, Stuart Bowen, acaba de concluir un informe comparativo entre los suministros efectuados por un subcontratista privado estadounidense y las reservas de las fuerzas iraquí­es.

El informe revela que 13.180 pistolas Glock se evaporaron misteriosamente.

Nueve meses más tarde, un organismo de control del Congreso estadounidense ha establecido que el ejército estadounidense perdió de hecho el rastro de 190.000 armas, entre ellas 80.000 pistolas, en su mayorí­a Glock.

Esas armas fueron entregadas a lo largo de 2004 y 2005, y representaban el 54% de las armas destinadas a la policí­a y el ejército iraquí­es.

El ejército estadounidense suministró un total de 370.000 fusiles y armas ligeras entre 2003 y 2006 para contribuir a la refundación de las fuerzas de seguridad, uno de los grandes objetivos de la reconstrucción iraquí­.

Siempre según el informe Bowen, solamente el 2,7% de los números de serie de esas armas entregadas en Irak fueron registradas, algo que infringe todos los procedimientos habituales del Pentágono. Por eso ahora es imposible identificar a sus poseedores.

«Los estadounidenses nos daban las Glock sin registrar el número de serie, y sin recibo», aseguró a la AFP un ex policí­a iraquí­ que se hace llamar Yasser.

Este ex agente dejó su unidad a finales de 2004 y vendió su Glock «a un amigo» por 800 dólares.

Miles de policí­as que colgaron el uniforme como Yasser consiguieron de esta forma una singular indemnización de despido. Desde el inicio del programa de formación de la policí­a y el ejército iraquí­es, unidades enteras se han literalmente esfumado, con todo y su armamento.

Las Glock han acabado inundando el mercado negro, asegura este hombre que se reconvirtió en agente de seguridad. Las pistolas se venden a menos de 1.000 dólares.

«Es posible que algunas de esas armas hayan ido a parar a manos indeseables», reconoció el coronel Williams.

Otras habrí­an ido a parar a las manos de los rebeldes independentistas kurdos del PKK, lo que suscita la furia de Turquí­a.

Caso Blackwater

El FBI se encargará de investigar a la compañí­a de seguridad privada Blackwater USA, acusada de estar involucrada en unos 200 tiroteos en Irak, informó el Departamento de Estado este jueves.

«Ellos van a ponerse a la cabeza, el FBI, con la llegada de un equipo del FBI a Bagdad», dijo el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, sin precisar cuando este grupo de la policí­a federal estadounidense llegará a la capital iraquí­ debido a razones de seguridad.