India presenta pruebas sobre implicación paquistaní en atentados de Bombay.
India entregó hoy a Pakistán una serie de pruebas que afirma vinculan a «elementos paquistaníes» con los islamistas que atacaron Bombay durante tres días en noviembre dejando un balance de 172 muertos.
El gobierno indio anunció asimismo una ofensiva diplomática mayor para mantener la presión internacional sobre Islamabad, que hasta ahora se ha negado a entregar a Nueva Delhi a presuntos terroristas reclamados por las autoridades indias.
«Hemos presentado a Pakistán pruebas sobre las relaciones de elementos paquistaníes con los terroristas que atacaron Bombay el 26 de noviembre», dijo a los periodistas el ministro indio de Relaciones Exteriores, Pranab Mukherjee.
«Lo que ocurrió en Bombay es un crimen imperdonable. Simplemente pedimos al gobierno de Pakistán que cumpla los compromisos que adoptó con las más altas autoridades indias y que cumpla con sus obligaciones internacionales», añadió.
Islamabad confirmó por su parte haber recibido el expediente y afirmó estar estudiando su contenido.
El material incluye detalles sobre los interrogatorios de Mohammed Ajmal Amir Iman -también conocido como Mohammed Ajmal Kasab-, el único de los asaltantes de Bombay que sobrevivió y del que India afirma es paquistaní.
También figuran entre las pruebas transcripciones de llamadas telefónicas y comunicaciones interceptadas de los islamistas con «elementos» en Pakistán durante el ataque, las armas y otro material recuperado e información obtenida a partir de datos del sistema de posicionamiento global (GPS) y de teléfonos vía satélite.
«Esperamos que el gobierno de Pakistán emprenda rápidamente nuevas investigaciones en Pakistán y comparta sus resultados con nosotros para llevar a los autores de los atentados ante la justicia», afirmó Mukherjee.
India, que ya comunicó estas pruebas a ministros de Relaciones Exteriores de varios países, informará asimismo a los embajadores en Nueva Delhi y pedirá a sus propios embajadores en el extranjero que hagan lo mismo, afirmó el canciller.
Nueva Delhi sostiene que Lashkar-e-Taiba, un grupo islamista armado clandestino paquistaní, entrenó y equipó a los diez asaltantes que entre el 26 y el 29 de noviembre perpetraron los atentados de Bombay, que dejaron 172 muertos, incluidos nueve de los islamistas.
Pero el gobierno paquistaní ha afirmado hasta ahora que Nueva Delhi no había proporcionado ninguna prueba de que estos atentados tuviesen un vínculo con Pakistán.
Sin embargo, el ministro indio de Interior, Palaniappan Chidambaram, afirmó durante el fin de semana que las pruebas contra Pakistán son «abrumadoras» e «irrefutables» y dijo que los atacantes contaban con el apoyo de las autoridades paquistaníes.
Por su parte, el presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, describió a los asaltantes como elementos «sin Estado».
En el marco de la ofensiva diplomática india para convencer a la comunidad internacional, Chidambaram tenía previsto viajar esta semana a Estados Unidos para presentar las pruebas.
Mientras proseguía la tensión entre los dos países vecinos, el responsable diplomático estadounidense para el sur de Asia, Richard Boucher, viajó el lunes a Pakistán para discutir sobre las relaciones entre estos dos rivales históricos, ambos poseedores del arma atómica.
Antes de la llegada de Boucher, el ministro paquistaní de Relaciones Exteriores, Shah Mehmood Qureshi, afirmó el domingo que Islamabad no entregaría a ningún ciudadano paquistaní a India, recordando que los dos países no tienen tratado de extradición.