Inversionistas, interesados en deuda española


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Los inversionistas mostraron un apetito saludable por la deuda española, aunque exigieron una prima mayor en una subasta que fue una prueba clave de la confianza en la capacidad del Gobierno de controlar sus deudas mientras la economía entra en una recesión.

MADRID Agencia AP

El Tesoro subastó 2.540 millones de euros (3.330 millones de dólares) en bonos a 10 años y documentos que vencen en 2014. Fijó un rango objetivo de 1.500 millones a 2.500 millones de euros.

La tasa de interés, o rendimiento, en los bonos a 10 años fue de 5,7%, en alza del 5,3 de la pasada subasta del 4 de abril. En esta ocasión la demanda fue más del doble que el monto vendido, por debajo del triple de la subasta pasada. En los documentos a corto plazo, la oferta de la proporción a cubrir era 3,3 en esta ocasión, mientras que el rendimiento promedio era de 3,5%. El Tesoro no ofreció una cifra comparativa para este vencimiento.

Durante las pasadas dos semanas, España se ha convertido en el epicentro de la crisis de deuda europea, con inversionistas cada vez más preocupados por la capacidad del nuevo gobierno de pasar por una reforma de austeridad y un programa de reforma en una época de recesión y un muy elevado desempleo.

A principios de semana, el rendimiento en los bonos españoles a 10 años en el mercado secundario, subió por arriba del 6%, hacia los niveles que forzaron a Grecia, Irlanda y Portugal a pedir ayuda financiera externa.

El problema para los otros 16 países que utilizan el euro como moneda, sin embargo, es que la economía española es del doble de los tres países que han requerido un rescate financiero, lo que significa que costará mucho más un recate para España.

«Los mercados cada vez están más preocupados de que con la ausencia de una barrera mucho más grande que la disponible actualmente, España se encuentre en una situación similar a la de Grecia, sólo que sin el lujo de un rescate que amortigüe la caída», dijo Michael Hewson, analista de mercados en CMC Markets.

Los mercados europeos habían sido cautelosamente optimistas antes de la subasta de bonos, en parte gracias a que la cantidad que España intenta recaudar no es muy grande.