Inventario de lenguas


Especialistas del Instituto brasileño del Patrimonio Histórico y Artí­stico (Iphan) iniciaron la ciclópea tarea de realizar un inventario de todos los idiomas hablados en el paí­s y que lingí¼istas estiman en más de 150.


«Es una tarea enorme y apenas estamos en el inicio (…) Algunos estudiosos estiman que ese número puede llegar hasta a 180 ó 200 idiomas», dijo Marcia Sant»Anna, directora de departamento de Patrimonio Inmaterial del Iphan.

La idea de que Brasil sea un paí­s con más de 150 lenguas sorprende incluso a los brasileños, dijo Sant»Anna. Brasil es visto a partir de la unidad consolidada alrededor del idioma portugués impuesto por los colonizadores, pero eso es apenas parte de la realidad, añadió.

Los peritos dividieron las lenguas habladas en Brasil en tres grandes grupos: indí­genas, de inmigración, y afrobrasileñas.

«Uno de los idiomas más interesantes es el talian», dice Sant»Anna. «Todo indica que deriva de un grupo de dialectos de la región italiana de Véneto. En los estados (sureños) de Santa Catarina, Paraná y Rio Grande do Sul el idioma es hablado por unos tres millones de personas», dijo la especialista.

Sant»Anna destacó también el pomerano y el husrí¼ck, dialectos derivados del alemán y hablados también en el sur; una zona en la que los inmigrantes germanos dejaron su impronta.

Entre los «idiomas afrobrasileños», mencionó el «gira de tabatinga» y el cafundó. El primero se habla en una zona de Minas Gerais (sureste) como legado de un «quilombo», que eran comunidades formadas por esclavos que huí­an de sus amos. El cafundó, en tanto, está implantado en el municipio de Pirapora, en el estado de Sao Paulo.

Asimismo existen dialectos vinculados a la liturgia del culto del candomblé –también de raí­z africana–, incluida una forma antigua de yorubá, según Sant»Anna.

Las lenguas indí­genas implican un trabajo más difí­cil. Para conocerlas hay que llegar a poblaciones remotas, la documentación antropológica y lingí¼í­stica es precaria y faltan especialistas.

«Tenemos el nheengatú, que es la lengua general de la región amazónica, originada del tupinambá; y el guaraní­, que a su vez se divide en tres familias pero que son habladas en casi toda la mitad sur de Brasil, a partir de Mato Grosso do Sul», dijo Sant»Anna.

El punto de partida para la investigación fueron otros estudios parecidos; entre ellos uno realizado en México.

«México consiguió hacer un mapa lingí¼í­stico completo, que fue un trabajo enorme. Esa experiencia nos sirve mucho», dijo.

El cuadro mostrado por Sant»Anna, sin embargo, no significa que el portugués corra el riesgo de ser sustituido como idioma nacional.

«Hay un municipio en el estado de Amazonas, Sao Gabriel da Cachoeira, que tiene cuatro idiomas oficiales: portugués, nheengatú, tukano y baniwa/arawak. Pero sin dudas la unidad nacional está en el idioma portugués», dijo la especialista. «Está muy lejos el dí­a en que Brasil tenga otro idioma oficial además del portugués», señaló.

El número exacto de lenguas habladas en todo el paí­s es motivo de divergencias. Los estudiosos, empero coinciden en que muchas de ellas, especialmente las indí­genas, están en riesgo real de extinción.

Sant»Anna estima que 60 idiomas están en peligro, mientras el lingí¼ista Denny Moore, del Museo Emilio Goeldi, en el estado de Pará, calcula que un cuarto de todas las lenguas indí­genas corren riesgo de desaparecer.