En el marco de una entrevista con el asesor especial nombrado por la Casa Blanca para el tema de la Cumbre de las Américas, Jeffrey Davidow, el diplomático que tuvo una larga experiencia en las relaciones con América Latina durante sus años de servicio activo, de cuyo retiro volvió a pedido de Barack Obama para asistir a la Presidencia en la preparación de la próxima reunión de los gobernantes del continente a realizarse en Trinidad y Tobago, dijo que una de las cuestiones que la nueva administración norteamericana está viendo con mucho interés es el combate a la pobreza que hacen muchos países mediante programas de transferencias condicionadas que se asignan a familias que envían a sus hijos a la escuela.
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Dijo que la iniciativa es tan interesante que ya en Nueva York el alcalde Michael Bloomberg la está implementando en los barrios más pobres. El embajador Davidow no mencionó a Guatemala entre los países que están impulsando la iniciativa de subsidiar a las familias que se comprometen a educar a sus hijos, pero habló con tal entusiasmo del programa que pensé en el brinco que darían muchos de los opositores a los programas de cohesión social que siguen pensando que se trata de acciones de populismo y de dinero tirado a la basura, como se escucha constantemente en el medio nacional.
Davidow no es un político llegado a la administración Obama por su línea de pensamiento sino un funcionario de carrera del Departamento de Estado que tiene mucho conocimiento de la región porque fue subsecretario de Estado para asuntos hemisféricos y Embajador en México y Venezuela. Durante 34 años de servicio en el mundo diplomático se especializó en América Latina, región que conoce perfectamente y por tal razón fue convocado para que dejara temporalmente su retiro para asesorar a la nueva administración en el tema de una Cumbre cuyos borradores se vienen discutiendo desde el año pasado con funcionarios de la anterior administración, pero en la que hará su debut con los latinoamericanos el muy popular nuevo presidente Barack Obama.
El embajador Davidow mencionó también lo que ayer les dijo Biden a los gobernantes centroamericanos, en el sentido de que la postura de la nueva administración es escuchar a los otros países y no simplemente hablar o, peor aún, dar instrucciones. Pero es obvio que para el equipo de Obama el tema de la pobreza en la región es uno de los más importantes y de esa cuenta será abordado en los encuentros que se produzcan entre los jefes de Estado. El borrador de la declaración final de Trinidad y Tobago está prácticamente definido, pero esa Cumbre será oportunidad para que la mayoría de gobernantes latinoamericanos puedan hablar por primera vez con el gobernante de Estados Unidos y sin duda aflorarán temas que no están en el marco de lo que se viene negociando desde que en mayo del año pasado se presentó el primer borrador de la declaración de la Cumbre.
Pienso que ese interés de Washington por los programas de solidaridad o cohesión social, como quiera llamárseles, es de suma importancia pero cabalmente porque se convierten en centro de atención en el esfuerzo y la lucha contra la pobreza, es más importante aún preocuparse por manejarlos de manera absolutamente honesta y, sobre todo, transparente para evitar que las suspicacias o posibles malos manejos comprometan su futuro. Ojalá que lejos de ver ese interés como un apoyo incondicional o cheque en blanco, lo vean como un necesario compromiso para hacer las cosas bien.