Soldados iraquíes y estadounidenses mataron y capturaron a varios miembros de Al Qaida en Irak, informó este jueves el ejército de Estados Unidos, tras una jornada especialmente violenta en Bagdad.
Este miércoles, más de 70 personas murieron y otras tantas resultaron heridas en tres atentados en Bagdad, uno de ellos causado por un camión bomba.
Asimismo, un líder local de Al Qaida en Irak y otros dos militantes, murieron en manos de soldados iraquíes en Mosul (370 km al norte de Bagdad), según un comunicado del ejército iraquí.
Los tres eran miembros de la organización Estado Islámico de Irak –entre ellos su jefe, conocido como Safi, considerado emir de Al Qaida en Mosul– y murieron en un tiroteo con los soldados, precisó el comunicado.
«Cada vez que se elimina a un dirigente de Al Qaida, a cualquier nivel, se debilita a la organización terrorista y se refuerzan la coalición y las fuerzas iraquíes», comentó el teniente Christopher Garver, portavoz del ejército estadounidense.
Los insurgentes fueron descubiertos en un vehículo cuando los soldados participaban en combates al norte de la ciudad. Los militares iraquíes los mataron después de haber recibido sus disparos, precisó el ejército.
En otro comunicado, el ejército estadounidense anunció la captura de dos dirigentes más de Al Qaida y de 20 personas presuntamente ligadas a la organización de Osama Bin Laden en operaciones del martes y el miércoles en varias ciudades del país.
El ejército precisó que uno de estos dirigentes está presuntamente implicado en un complot contra el alcalde de Mosul en marzo pasado.
Durante estas mismas operaciones, que se registraron principalmente al oeste de Bagdad y en Mosul, los soldados estadounidenses mataron a otras cuatro personas presuntamente vinculadas a Al Qaida.
Este jueves la violencia no ha cesado en la capital iraquí.
Un civil chiita que trabajaba en el ministerio de Cultura resultó asesinado y su hijo fue secuestrado por hombres armados en su casa de Hadi al-Mayaki (al sur de Bagdad), según el jefe de la policía iraquí, Muntadhar Mohamed.
En el sur, de mayoría chiita, un policía encargado de vigilar las instalaciones eléctricas cerca de Kut (175 km al sur de Bagdad) fue encontrado cubierto de sangre, señaló el teniente Ali Hussein.
El pasado miércoles, los ministerios de Defensa y Sanidad iraquíes declararon que al menos 1.652 civiles han muerto en julio en el país, un 33% más que durante el mes anterior, a pesar del despliegue de seguridad.
Del lado estadounidense también se han producido bajas: desde el martes pasado, tres soldados han muerto y una docena está herida, indicó el propio ejército.
Con estas cifras se eleva a 3.656 el número de militares estadounidenses muertos en Irak desde la invasión del país en marzo de 2003, según un recuento de la AFP basado en cifras del Pentágono.
Actualmente 160.000 soldados se encuentran en misión en Irak.