Los insurgentes sirios capturaron hoy una gran parte de una base militar en la provincia de Homs, en momentos en que los rebeldes intentan ampliar el territorio que controlan cerca de la frontera libanesa, dijeron los activistas.
BEIRUT Agencia AP
La región central es importante para el presidente Bashar Assad por sus conexiones con Damasco y su aliado libanés, el grupo islamista Jezbolá.
El más reciente avance insurgente ocurrió al día siguiente de que Assad acusó a Occidente de respaldar a al-Qaida en los dos años de guerra civil en Siria. En una inusual entrevista televisada, el mandatario fustigó a Jordania por permitir que «miles» de combatientes insurgentes entraran en Siria para pelear en la guerra civil.
En los últimos meses los insurgentes han minado la presencia gubernamental en el norte y el este de Siria, y han logrado avances importantes en el sur, entre Damasco y la frontera jordana, en parte gracias a la nueva llegada de armamento financiado en el extranjero.
Una organización activista siria con sede en Gran Bretaña dijo que los insurgentes se apoderaron el jueves por la mañana de la mayoría de la base militar de Daba, en la provincial de Homs, tras combatir durante semanas con las fuerzas gubernamentales. Disparos esporádicos continuaban en algunas zonas de la base, según la organización activista.
Daba es una antigua base de la fuerza aérea que no ha sido utilizada desde el comienzo de la guerra civil. El ejército tiene tropa en ese lugar, según la organización activista, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres.
La provincial de Homs fue escenario de algunos de los enfrentamientos más cruentos en el primer año del conflicto sirio.
La crisis siria comenzó hace dos años como una protesta pacífica para degenerar luego en una guerra civil, con más de 70.000 muertos según la ONU.