Insurgentes en Afganistán detuvieron hoy una camioneta con ocho trabajadores jóvenes que se dirigían a trabajar en una base de Estados Unidos al este del país, los obligaron a salir y los mataron a tiros, dijeron las autoridades.
Los asesinatos cerca de una base estadounidense en la provincia de Logar son los más recientes en una campaña miliciana de intimidación contra afganos que trabajaban para el gobierno o la coalición internacional.
El ataque se produjo poco después del amanecer cerca de Puli Alam, la capital provincial.
«Eran ocho trabajadores ordinarios que iban a laborar en la base. Eran jornaleros», dijo el subjefe de Policía de Logar Raeis Khan Abdul Rahimzai. «Esto es muy difícil de creer. Es un acto inhumano y contrario al Islam contra personas inocentes».
Dijo que los ocho se dirigían para realizar trabajos temporales en la base y que no formaban parte del personal local. Los pistoleros dejaron que el conductor de la camioneta se fuera y no le hicieron daño, dijo Rahimzai.
El presidente Hamid Karzai culpó a los talibanes por los asesinatos, que describió de brutales y cobardes. Dijo que los trabajadores eran «inocentes» que iban a la base de ganar dinero para poder alimentar a sus familias durante el mes sagrado del Ramadán. Agregó que los asesinos «se enfrentarán a la ira y de Dios y será castigados».
El portavoz provincial Din Mohammad Darwesh dijo que había cuatro hombres armados en motocicletas que detuvieron la camioneta.
«Sólo los sacaron del coche y les dispararon. Eran jóvenes de veintitantos años», dijo Darwish.
Ambos oficiales dijeron que no estaba claro si el incidente podría haber sido en represalia por el ataque aéreo de la coalición que mató a 18 combatientes talibanes en otra parte de la provincia el miércoles.