Los insurgentes en el este de Libia retrocedieron ayer tras su fallido avance contra una localidad petrolera, en tanto que el líder Moamar Gadafi rechazó la decisión de Estados Unidos y otros países de reconocer a los rebeldes que luchan para derrocarlo.
BENGASI / Agencia AP
Las acciones militares se han estancado en las líneas del frente de la guerra civil en Libia desde que comenzó en febrero la revuelta popular para derrocar a Gadafi.
La insurgencia controla gran parte de la región oriental del país, así como algunos sectores en la región occidental. Gadafi controla el resto de la nación desde su baluarte en la capital, Trípoli.
El viernes, el Consejo de Transición Nacional rebelde obtuvo un gran impulso cuando Estados Unidos y más de 30 países lo reconocieron formalmente como el gobierno legítimo del país. El Grupo de Contacto sobre Libia de 32 miembros, reunido en Turquía, también dijo que el régimen de Gadafi ya no es legítimo.
En una transmisión de audio a miles de seguidores en la ciudad de Zlitan, Gadafi rechazó la decisión del viernes, al decir que «el pueblo libio va a perseverar». Dirigiéndose al Grupo de Contacto, dijo: «Ustedes dicen que Gadafi es historia. ¿Entonces por qué todas estas personas se están manifestando en la calle?»
El ataque rebelde del jueves contra la ciudad de Brega, donde existe una instalación petrolera importante, y que ha sido desde hace tiempo un objetivo de la insurgencia, quizá fue un intento para reforzar su postura en antelación a las conversaciones sobre el futuro de Libia.
Abdel-Hamid Badein, un combatiente rebelde, dijo que tuvieron que replegarse a sus posiciones anteriores después de que fueron rechazados.
El portavoz del gobierno libio, Ibrahim Moussa, condenó el ataque y sobre todo lo que alegó era una estrecha coordinación entre la OTAN y los rebeldes, en violación del mandato que la alianza recibió de la ONU para proteger a los civiles.
«Fue un ataque a gran escala y era pesado y despiadado», dijo Ibrahim. «Hemos tenido éxito en combatir este ataque y derrotamos tanto a la OTAN como a los rebeldes y matamos a muchas fuerzas rebeldes y también capturamos a un buen número de ellos».
La OTAN está haciendo cumplir una zona de exclusión aérea sobre Libia y golpea objetivos del gobierno como parte del mandato que concedió la ONU. Ha rechazado las acusaciones de Libia que está traspasando ese mandato.