Ingenieros de la gigante de energía British Petroleum (BP) terminaban de sumergir hoy una gigantesca cúpula para intentar contener la fuga de petróleo en el Golfo de México y evitar que el crudo llegue a la costa estadounidense.
La cámara de metal de cerca de 100 toneladas fue bajada lentamente a 1 mil 500 metros de profundidad, en una operación sin precedentes, bajo una oscuridad total y enorme presión del agua.
Robots submarinos preparaban el área, informó el Centro de Comando Unido que se encarga de las tareas.
Responsables de BP, que asumió la responsabilidad del derrame, esperan adjuntar una tubería a la gran campana para comenzar a subir el crudo hacia un buque.
Si todo funciona bien, los ingenieros creen que podrán aspirar un 85% del petróleo.
«Esta es una estructura muy grande y necesita estar ubicada con gran precisión», señaló el portavoz de BP Doug Suttles a los periodistas.
«Este fin de semana esperamos conectar la cámara con el buque y posiblemente a inicios de la semana iniciaremos la tarea de extraer el petróleo desde el fondo del mar hacia la superficie», añadió.
La guardacostas Mary Landry dijo que la operación podría tomar varios días e incluso advirtió que podría no funcionar. «Esta no es la solución a todos los problemas», añadió.
La tragedia provoca que un derrame de unos cerca de 800 mil litros diarios de petróleo sea vertido en el Golfo de México de la plataforma Deepwater Horizon (operada por BP), que explotó el 20 de abril y dejó a 11 trabajadores muertos.
La operación es vista como una de las últimas esperanzas para evitar el que sería el mayor desastre medioambiental en Estados Unidos desde el derrame del buque «Exxon Valdez» en 1989 en Alaska.
Pero nadie se anima a ser completamente optimista. «Esta operación nunca fue realizada en más de 1 mil 500 metros. Generalmente funciona entre 90 a 100 metros de agua. La presión y temperatura son muy diferentes aquí», advirtió el director ejecutivo de la petrolera británica, Tony Hayward a la CNN.
«No podemos estar confiados», añadió.
Según las estimaciones, casi 11 millones de litros de crudo se han vertido al mar desde que la plataforma petrolera se hundió dos días después de explotar.
El viernes fue cerrada la reserva de fauna Breton en las islas frente a Luisiana para ayudar a los equipos de emergencia a limpiar el petróleo llevado por las corrientes a las costas del parque, donde se han visto trazas de crudo. «El cierre de la reserva es importante para mantener a salvo el público, minimizar las alteraciones en los nidos de aves marinas y permitir al personal conducir las operaciones de limpieza y rescate», indicaron funcionarios en un comunicado.
Un experto consultado aseguró que el derrame petrolero tendrá un impacto «muy negativo» en la fauna del Golfo de México, base de la economía local.
«Es de temer que el petróleo, una sustancia muy tóxica, tenga un impacto muy negativo para los camarones, peces, ostras y cangrejos, especialmente en el crecimiento de los individuos más jóvenes de esas especies», dijo el viernes Joe Griffitt, un biólogo del Gulf Coast Research Laboratory (laboratorio de investigación de la costa del golfo).
Para la Agencia de Protección del Medio Ambiente estadounidense (EPA), el derrame tendrá un impacto ecológico «significativo», independientemente del éxito que tengan quienes intentan contenerlo
«Podemos recuperar el petróleo (derramado), quemarlo y dispersarlo (con productos químicos), pero el petróleo igualmente llegará a las costas, lo cual exigirá amplios operativos de limpieza durante un buen tiempo», dijo a la AFP Bob Perciasepe, subdirector de la EPA.
BP, que enfrenta pérdidas millonarias a causa de la tragedia, volvió a ser golpeada cuando la agencia calificadora Standard & Poor»s rebajó la perspectiva de la petrolera de estable a negativa.
La compañía se encuentra bajo la fuerte presión del gobierno del presidente Barack Obama, quien aseguró que debía asumir los costes de la limpieza. La firma británica ha asumido la plena responsabilidad por el derrame de crudo y se ha comprometido a pagar las facturas.
Impotencia oficial
El líder cubano Fidel castro afirmó hoy que el desastre en el Golfo de México, ocasionado por un accidente petrolero, muestra «cuán poco pueden los gobiernos contra los que controlan el capital».
«El desastre ecológico que acaba de producirse en el Golfo de México, que demuestra cuán poco pueden los gobiernos contra los que controlan el capital», dijo Castro en el artículo «La tiranía odiosa impuesta al mundo» publicado en esta fecha por la prensa local.
La explosión una plataforma petrolera de la British Petroleum, en el Golfo de México hace casi una semana, dejó 11 muertos y desató lo que algunos estiman el peor desastre ambiental de la industria en la historia de Estados Unidos.
Esas compañías, según el líder cubano de 83 años, son quienes «deciden el destino de los pueblos» desde Estados Unidos y Europa a través «de la economía en nuestro planeta globalizado».
Opinó que el presidente estadounidense Barack Obama no es responsable de «la amenaza a la supervivencia de la especie humana impuesta por el imperialismo al mundo», pues «ignora la realidad y no quiere ni podría superarla. Más bien sueña cosas irreales en un mundo irreal».