El museo Picasso de París, en plena fase de restauración, va a ser sometido a grandes transformaciones en los próximos meses, unas obras que serán acompañadas a partir de mañana por una instalación del artista francés Daniel Buren.
Apoyándose en los trabajos de restauración del museo, instalado en el Hotel Salé, mansión del siglo XVII situada en el tradicional barrio parisino del Marais, Daniel Buren «propone una relectura del edificio», en el que ha instalado una obra creada para la ocasión, «La Coupure» (El Corte), declaró a la prensa el artista.
La instalación, una especie de inmensa cuchilla de policarbonato de 16 metros, atraviesa en ángulo recto la longitud del edificio, y lo sobrepasa.
La cuchilla está divida en diagonal en dos espacios, uno negro, otro plateado, que reflejan el edificio, o al visitante, en un impresionante juego óptico.
Las ventanas de la fachada principal del edificio fueron coloreadas con filtros de cinco colores diferentes.
Daniel Buren, que fue estudiante en el Hotel Salé, que albergaba en los años 50 la Escuela de Oficios del Arte, quiso con esta obra «trabajar sobre la transformación del edificio sin perturbar la colección», dijo.
«La Coupure» permanecerá expuesta hasta el cierre temporario exigido por los trabajos de restauración del museo, previsto en el segundo semestre de 2009.
El museo, cuyo edificio histórico lleva dos años de renovación sin haber tenido que cerrar al público, lo hará finalmente cuando las obras lleguen al interior, indicó su directora, Anne Baldassari.
Gracias a estos trabajos, el museo va a multiplicar por dos su superficie dedicada a la exposición y mejorará las estructuras de recepción del público.
Estimado en unos 23 millones de euros, el costo de la renovación está financiado en gran parte por el propio museo Picasso, que organiza desde principios de años una exposición itinerante que ha sido vista ya en Abu Dhabi, España y Japón, y que viajará después a Rusia, Brasil, Estados Unidos y otros países.
Ese movimiento de las obras preocupa a una parte del personal del museo, que lanzó la semana pasado una petición en «defensa» del mismo.
Según los firmantes, se va a «vaciar de obras y de personal» el museo antes de la reapertura, momento que se programa un cambio de estatuto del establecimiento.
Baldassari afirmó que «comprende la inquietud» del personal, pero recalcó que no se suprimirá ningún empleo.