Insólito Presidente


Eduardo_Villatoro

Quisiera copiar textualmente el discurso que pronunció el presidente uruguayo José Mujica en la reciente Conferencia de Desarrollo Sostenible, auspiciada por la ONU, pero me conformo con resumir lo expresado en Río de Janeiro por este inaudito político que vive en una discreta chacra en las afueras de Montevideo, la capital de su país, conduce una Volkswagen modelo 1987 y de los 12,500 dólares que recibe de sueldo mensual por ley, utiliza $1,250 para gastos personales y familiares y el resto lo dona a fundaciones sociales.

Eduardo Villatoro


Fiel a sus hábitos, no llevaba corbata cuando habló ante representantes de 192 países, porque nadie lo ha convencido de atarse esa prenda al cuello.

Este antiguo guerrillero tupamaro devenido en Presidente de Uruguay, fue directo al decir: “Hemos creado una civilización, hija del mercado, hija de la competencia, que ha deparado un progreso material portentoso y explosivo. Pero también ha creado sociedades de mercado y nos ha deparado la globalización. ¿Estamos gobernando a la globalización o la globalización nos gobierna a nosotros? ¿Es posible hablar de solidaridad y de que estamos todos juntos en una economía que está basada en la competencia despiadada? ¿Hasta dónde llega nuestra fraternidad”?

Agregó: “El desafío que tenemos es de una magnitud de carácter colosal y la gran crisis no es ecológica, es política. El hombre no gobierna hoy las fuerzas que ha desatado, sino estas gobiernan al hombre…. La sociedad de consumo es el motor, porque si se paraliza el consumo o se detiene, se detiene la economía, y si se detiene la economía, es el fantasma del estancamiento para cada uno de nosotros. Pero ese hiperconsumo a su vez, es el que está agrediendo al planeta. Ese hiperconsumo tiene que generar cosas que duren poco porque hay que vender mucho, porque tenemos una civilización de ‘use y tire’. Y estos son problemas de carácter político que nos están diciendo que es necesario empezar a luchar por otra cultura”.

Advirtió: “No se trata de plantearnos volver al hombre de las cavernas ni tener un monumento al atraso; pero no podemos indefinidamente continuar gobernados por el mercado, sino que tenemos que gobernar el mercado. Por eso digo que el problema es de carácter político. En mi humilde forma de pensar, al igual que los viejos pensadores lo definían, Epicúreo, Séneca, los aymaras, pobre no es el que tiene poco, sino que, verdaderamente, pobre es el que necesita infinitamente mucho y desea y desea y desea más y más. Esta es una clave de carácter cultural”.

Al proseguir en su alocución, el presidente Mujica señaló: “Tenemos que darnos cuenta de que la crisis del agua, que la crisis de la agresión al medio ambiente, no es una causa. La causa es el modelo de civilización que hemos montado, y lo que tenemos que revisar es nuestra forma de vivir… Mis compañeros trabajadores uruguayos lucharon mucho por las ocho horas de trabajo Ahora están consiguiendo seis horas. Pero el que consigue esas seis horas busca dos trabajos y por lo tanto trabaja más que antes. ¿Por qué? Porque tiene que pagar una cantidad de cuotas: La motita que compró. El autito que compró. Y pague cuotas y pague cuotas. Y cuando quiere descansar es un viejo reumático como yo, y se le fue la vida”.

El insólito estadista terminó: “Uno se hace esta pregunta ¿ese es el destino de la vida humana? Estas cosas son muy elementales. El desarrollo no puede ser en contra de la felicidad; tiene que ser a favor de la felicidad humana, del amor de las relaciones humanas, de cuidar a los hijos, de tener amigos; precisamente porque estos vínculos son el tesoro más grande que se tiene. Cuando luchamos por el medio ambiente, debemos considerar que el primer elemento del medio ambiente se llama felicidad humana”.

 (El consumidor Romualdo Tishudo recibió este mensaje por Internet: -Si ponen imágenes de muerte en paquetes de cigarrillos para que dejemos de fumar, ¿por qué no colocan fotografías de la miseria humana en los confesionarios de los potentados?).