Los biocombustibles pueden ser la alternativa energética que se necesita, pero ésta implica otros problemas sociales, como conflictos agrarios e inseguridad alimentaria, según un estudio.
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La creciente ampliación de la siembra de palma africana, caña de azúcar y piñón, para la generación de agrocombustibles, pone en grave riesgo a las comunidades de la Franja Transversal del Norte y del área del Polochic.
El estudio «Costos sociales, económicos, culturales y ecológicos de los agrocombustibles en Guatemala», advierte que el uso de grandes extensiones de tierra para siembra de estos monocultivos, es una amenaza para la seguridad alimentaria, la concentración de la tierra y el deterioro de los recursos naturales, entre otros.
ílvaro Caballeros, investigador de la Red Nacional por la Defensa de la Seguridad y Soberanía Alimentaria en Guatemala (Redsag), dijo que en la búsqueda de terrenos para la plantación de estos cultivos se promueven mecanismos para la acumulación de la tierra que perjudican a los campesinos.
«El arrendamiento de tierra bajo contratos de 20 años a través de los cuales enganchan a los pequeños propietarios otorgándoles un adelanto (…), el cual cientos de campesinos han aceptado ante su crítica situación económica», detalla el documento.
También se indicó que esta misma situación ha relegado los cultivos arraigados en las comunidades afectadas: maíz, frijol, lo cual implica una pérdida de conocimientos ancestrales y cambios en los modelos de producción campesina, lo cual desabastece el mercado local e incrementa la dependencia alimentaria externa.
RECHAZO
Por su parte, Jorge Raúl Cruz, director ejecutivo de la Gremial de Palmicultores de Guatemala, rechazó los señalamientos que se hicieron respecto a los efectos negativos de la siembra de los monocultivos, tanto en lo económico, como en lo social y ambiental.
Cruz calificó el documento de ser «totalmente parcializado», pues dijo que no se les consultó para su elaboración.
El entrevistado indicó que actualmente el cultivo de palma africana ocupa unas 60 mil hectáreas y que en los próximos años se incrementará a unas 100 mil.
El cultivo de caña de azúcar ocupa 11% de la superficie agrícola del país, la palma africana un 7.4%. La siembra de piñón está en su fase inicial.
El secretario de Seguridad Alimentaria, Juan Aguilar, declaró que el Gobierno no cuenta con suficiente capacidad de almacenamiento para los granos básicos que se entregarán el próximo año a las familias en situación de riesgo.
El funcionario dijo que las bodegas nacionales no cuentan con espacio suficiente para resguardar los granos básicos, no obstante señaló que se está trabajando en una nueva estrategia de distribución para tener más cobertura en la ejecución de los programas de seguridad alimentaria.