Para el poblador urbano y el ciudadano trabajador, el tema de la inseguridad pública que persiste preocupa y agobia; hasta ahora lo que prevalece y se coteja con facilidad es la realidad del día a día, el sentimiento de indefensión e impotencia, en muchos casos el terror y miedo que produce el clima de inseguridad y que podría ser capaz de paralizar a las personas.
Salir a la calle es tomar el riesgo de la inseguridad y usted puede ser blanco de posibles ataques a mano armada, asaltos rápidos, extorsiones, estafas, en fin, atracos de todo tipo que en ocasiones pueden cobrar vidas humanas. El escenario que describo se repite aquí en la ciudad capital como en el resto del país, cabe agregar que la criminalidad y violencia social a las que estamos acostumbrados en Guatemala, igual se replica en muchos países del mundo; pero la diferencia es que en otras partes, las autoridades encargadas de la seguridad pública hacen bien su trabajo, combaten y reducen las acciones criminales.
En todos lados hay focos de riesgo, lugares peligrosos, porque son puntos donde ladrones o criminales suelen actuar con frecuencia, por ejemplo, cruces de calle, altos de semáforo que hacen propicio asaltos a los automovilistas. Estos focos de riesgo existen en varios puntos de la capital, en particular en la zona 1.
“Por mala suerte” como dicen en mi pueblo, en los últimos cuatro meses he presenciado impotente tres asaltos, ocurridos en contra de automovilistas, en el mismo sitio; ponga atención, cuando usted visite la zona 1, cuidado en el siguiente foco de riesgo, tramo de 4ª. avenida entre 14 y 16 calles de la zona 1, en este sitio ocurren en horas vespertinas (14:00-18:00 p.m.), asaltos relámpago a peatones pero en mayoría a los vehículos que esperan en cola que el semáforo del lugar permita la vía. Los dos primeros asaltos fueron cometidos por un solo individuo, en apariencia actuando en solitario, pero en el último me sorprendí, una gavilla de seis individuos, ¡nueva modalidad! en cuestión de segundos, rodearon el automotor y despojaron de sus pertenencias al conductor de un vehículo que se desplazaba a pocos metros de donde me encontraba, luego emprendieron huida rumbo norte; de inmediato me invadió la inseguridad, la impotencia y la indignación; por ningún lado vi agentes de la Policía Nacional Civil, apenas en cada esquina un Policía Municipal de Tránsito PMT. El foco de peligrosidad que aludo, se localiza a ciento cincuenta metros de la División cuadrante de la PNC (3ª. avenida entre 13 y 14 calles, zona 1) y a otros trescientos metros del Ministerio de Gobernación (6ª. avenida y 14 calle, zona 1).
Estoy seguro que en la PNC y a lo mejor en el Ministerio Público hay denuncias de asaltos en este tramo, en caso contrario, hago pública esta situación y ejerciendo derechos ciudadanos, pido a la PNC en tanto autoridades responsables de la seguridad pública, procedan a tomar acciones para erradicar este foco de inseguridad que como ya señalé, es usado por maleantes que operan sin temor, a pocos metros de instalaciones de la PNC y Ministerio de Gobernación.
Uno sabe que la inseguridad pública alcanza también a las mismas fuerzas de seguridad, así sucedió la semana pasada cuando agentes de la PNC se enfrentaron a delincuentes, con saldo trágico de un PNC muerto y otro herido de gravedad. Esto demuestra que estamos a merced de la inseguridad y que los responsables de evitarla no pueden revertir.
P.S. MARIO MONTERROSO ARMAS. Periodista Director de “Enfoques radiofónicos”, ejecutado extrajudicialmente por esbirros de la dictadura militar contrainsurgente el 27 de marzo de 1974. Se cumplen 40 años de impunidad.