Inmigración, el tema espinoso


La inmigración se convirtió en uno de los temas espinosos de la campaña electoral estadounidense, forzando al republicano John McCain a revisar su posición abierta y dejando en apuros a la demócrata Hillary Clinton, aunque los partidarios de la lí­nea dura tampoco salieron bien parados.


«La inmigración es un tema polí­ticamente muy complicado», aseguró Daniel Restrepo, del Center for American Progress, al subrayar que hundió a candidatos republicanos como Mitt Romney, que sufrió una «derrota clave en las primarias de Florida frente a McCain».

El ex gobernador de Massachusetts, junto a los republicanos partidarios de la lí­nea dura contra la inmigración, como Mick Huckabee o Tom Tancredo, cayeron frente al senador por Arizona, que habí­a enfurecido al sector más radical del partido por defender en los últimos años la regularización de millones de indocumentados.

McCain, no obstante, se vio forzado a revisar su posición para no perder el voto del sector conservador y prometió que como presidente no buscarí­a solucionar el problema de los indocumentados, antes de haber fortalecido el control de la frontera con México para evitar la llegada de más inmigrantes.

Los demócratas ya aprovecharon el giro del veterano senador, de 71 años, para tratar de dejarlo mal parado en la comunidad hispana, cuyo voto podrí­a ser crucial el próximo 4 de noviembre en varios estados clave, como Florida, y los cuatro del suroeste: Nuevo México, Arizona, Colorado y Nevada.

«No importa que los demócratas traten de presentarlo como un conservador, la verdad sigue siendo que el Partido Republicano designó como candidato a una persona progresista en muchos de los temas que afectan a los hispanos», explicó Adam Segal, director del Proyecto de Votantes Hispanos de la Universidad Johns Hopkins.

El problema de la inmigración clandestina no tuvo la misma importancia en las filas demócratas, donde tanto Hillary Clinton como Barack Obama abogan por la regularización de los indocumentados y el fortalecimiento de la frontera.

Sin embargo, el tema dejó en aprietos a la senadora en un debate en noviembre.

Consultada el año pasado sobre si apoyaba la iniciativa del ahora ex gobernador de Nueva York, Eliot Spitzer, de dar licencias de conducir a inmigrantes clandestinos, la ex primera dama dijo primero que sí­, aunque luego rectificó y acabó diciendo una semana después que no respaldaba la medida.

Para Restrepo, ha sido una «coincidencia» que el tema de la inmigración haya causado problemas a Clinton. «Yo creo que ha sido mucho más un problema que puso de relieve las dudas que mucha gente tení­a sobre ella» y no sobre la cuestión migratoria, explicó.

De aquí­ al 4 de noviembre, es muy probable que el tema de la inmigración vuelva a afectar la campaña, aunque probablemente domine mucho más la campaña de las elecciones legislativas, que renovarán el mismo dí­a la Cámara de Representantes y la tercera parte del Senado, como subrayó Segal.

«No creo que vayamos a oí­r mucho sobre inmigración por parte de los propios candidatos», afirmó Restrepo. Desde su punto de vista, ninguno tiene interés en centrar su campaña en este tema, principalmente McCain, que necesita el apoyo de parte de los hispanos para llegar a la Casa Blanca.